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Finaliza la instalación de 30 nuevos radares en las carreteras catalanas

Resituados tres radares de Barcelona que recaudaron nueve millones en tres años

El Servei Català de Trànsit (SCT) ha puesto en funcionamiento este lunes los diez radares que quedaban por activar de los 30 previstos para este año, repartidos por todas las provincias.

Según ha informado el SCT, han instalado en estos meses 10 nuevos radares en Barcelona, 10 en Tarragona, seis en Girona y cuatro en Lleida, que ya están todos operativos.

Los últimos diez se han colocado en la BV-1248 en Sabadell, en la GI-512 en Tordera, la N-340 en Amposta y L'Arboç, la T-310 en Riudoms y Montbrió del Camp, la C-14 en Selva del Camp y Alcover, la C-31 en El Vendrell y la C-12 en Xerta.

En total, en Barcelona, hay tres en la comarca del Bages, dos en Maresme, dos en Baix Llobregat, uno en el Vallès Oriental, uno en Alt Penedès y uno en la Anoia.

Entre las principales vías donde se han instalado, está el radar en la autopista AP-7 en L'Ametlla de Mar -kilómetro 294,480-, cuatro en la N-340 -dos en Barcelona y dos en Tarragona-, tres en la C-31 -dos en Girona y uno en Tarragona-, y dos en la C-55 en Navàs y Olesa de Montserrat. Asimismo, dos estarán en la C-25, en Sallent y Rajadell (Barcelona), uno en la N-II en Arenys de Mar, otro en la A-2 en Aiguaviva, en la C-14 en Alcover y otro en la C-35 en Caldes de Malavella.

Trànsit ya ha recolocado tres radares de la provincia de Barcelona que recaudaron nueve millones de euros en tres años, una facturación muy por encima de la del resto de estos dispositivos.

Uno de los radares estaba hasta ahora ubicado en la carretera B-23 en Molins de Rei, que se reprogramará para que funcione con el sistema de velocidad variable que empezará a funcionar antes de final de año; otro en la C-33 en Montcada i Reixac y otro en la C-16 en Navàs, se han recolocado en puntos cercanos.

Anualmente el 75% de los radares recauda menos de 160.000 euros, mientras que el 25% restante -en las vías más transitadas-, suponen entre 160.000 y 800.000 euros en multas, aunque estos tres radares habían recaudado de media entre 1 y 1,4 millones al año, según datos que dio el SCT.

En Cataluña hay 149 radares y 200 puntos de instalación, y para 2013 prevén llegar a los 200, además de que 22 entrarán en un sistema de rotación y se cambiarán cada año de lugar.

El director de Trànsit, Joan Aregio, ya desveló en abril que un solo radar situado en la zona de transición de la antigua zona 80, en los accesos a Barcelona, había recaudado cinco millones de euros en tres años.

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