Obra gráfica entre amigos
'Picasso grabador' reúne trabajos que el artista realizó para su círculo más cercano - La Sala BBK presenta cerca de 70 piezas
Las técnicas del grabado estuvieron presentes a lo largo de toda la vida creativa del prolífico Picasso. En 1899, con 18 años, grabó su primera plancha de cobre: El Zurdo, un pequeño grabado a punta seca que representa a un picador de pie; en 1972, apenas un año antes de morir, realizó su último aguafuerte: Mujer ante el espejo. Entre los límites cronológicos que marcan esas dos obras están catalogados más de 2.000 grabados sobre planchas de metal. La exposición Picasso grabador reúne en la Sala BBK (Gran Via, 19. Bilbao) unas 70 piezas, estampas vinculadas con su círculo de amigos, con el marchante Ambroise Vollard y con el poeta Paul Éluard, o con los ceramistas de la localidad francesa de Vallauris.
La comisaria destaca que revelan "los momentos más íntimos"
La cerámica y los carteles también estan representados en la muestra
También figuran en la muestra los retratos de su esposa Jacqueline o los grabados que revelan su pasión por las corridas de toros. "Descubren los momentos más íntimos de las búsquedas picassianas", explica la comisaria de la exposición, Martine Soria.
En Picasso grabador están recogidas piezas que permiten resumir la vida del artista y conocer a sus amigos, pero también sus vinculaciones políticas. como los carteles que realizó para el Congreso de la Paz, organizado por movimientos comunistas en París en 1949, o el que creó para exigir la amnistía. Las obras proceden, en su mayor parte, de colecciones particulares y del Museo de la Cerámica de Vallauris.
En la muestra están los retratos del escritor Max Jacob, amigo de Picasso desde los tiempos del Bateau-Lavoir del barrio parisino de Montmartre, donde Picasso expuso por vez primera Las señoritas de Avignon, y las ilustraciones para el libro Crónica de tiempos heróicos, de Louis Broder. Los grabados realizados para los trabajos del escritor Ramón Reventós revelan que a ambos amigos les unía la afición por los toros, el mismo camino que unió a Picasso con Jaime Sabartes. En 1961, el artista realizó varias litografías para ilustrar su libro A los toros con Picasso.
Vollard, el primer galerista que organizó una exposición de Picasso, está retratado en tres grabados realizados en 1937. Los tres fueron impresos en París en la misma fecha, el 4 de marzo, y reflejan a Vollard con el mismo gesto, pero los retratos sorprenden por las diferencias entre los sencillos trazos del aguafuerte y la complejidad que consiguió el artista con la aguatinta.
Picasso grabador presenta además los carteles que el artista realizó para las exposiciones de los alfareros de Vallauris en la década de los cincuenta, entusiasmado por la calidad de su artesanía, y también las piezas que en las que trabajó con el barro. Entre ellas, las que surgían de la impresión de pequeños relieves de yeso sobre la arcilla. Picasso grabador estará abierta al público en Bilbao hasta el próximo 30 de abril. Posteriormente, la exposición se mostrará en la sede central de Cajasur en Córdoba.
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