Altruismo de marca
Las empresas fomentan el voluntariado corporativo como parte de la responsabilidad social
Monos blancos y camisetas naranjas. Guantes, brochas, cubos de pintura, palas y rastrillos. Este era el material con el que contaban el pasado 3 de diciembre 41 empleados de la empresa ArcelorMittal, una multinacional metalúrgica. Cambiaron por un día sus confortables oficinas por el descampado de la Cañada Real, el poblado chabolista más grande de Madrid. Acudieron a la llamada del Día del Voluntariado de la empresa, celebrado simultáneamente en los 60 países donde tiene presencia. En Madrid, colaboraron con la parroquia de Santo Domingo de la Calzada para arreglar un almacén de comida y montar un parque con columpios en una de las zonas más pobres y deterioradas del poblado.
En 2011 se celebrará el primer certamen de premios de voluntariado corporativo europeo
Los objetivos más buscados por las empresas son desarrollar el orgullo de pertenencia, la mejora del clima laboral y la retención del talento
El voluntariado corporativo es un fenómeno de tradición anglosajona que poco a poco va calando también en España, sobre todo a través de multinacionales. La organización británica Business in the Community lleva desde 1982 impulsando esta actividad como parte de ese cajón de sastre llamado Responsabilidad Social Empresarial (RSE), donde cabe desde la mejora del medio ambiente, hasta el desarrollo social o las prácticas de buen gobierno. Organiza el primer certamen de Premios Europeos de Voluntariado Corporativo, aprovechando la decisión de la UE de elegir 2011 como Año del Voluntariado. Nueve empresas participan en la preselección española. La elegida competirá en Londres por reforzar su imagen y su reputación con un premio meramente honorífico: el reconocimiento al mejor programa de voluntariado corporativo para favorecer el acceso al trabajo de personas en riesgo de exclusión.
No es fácil valorar la inversión empresarial en estos programas vinculados a la RSE. "La Responsabilidad Social Empresarial es algo transversal a todas las áreas de la compañía, que toma recursos (materiales, humanos, dinero, tiempo) de distintas áreas (RRHH, Calidad, Compras, Comunicación), es muy difícil saber cuál es el cómputo de dinero invertido en RSE", reconocen desde Forética, la asociación de empresas y profesionales de la RSE en España.
Otro de los retos es conseguir indicadores para conocer el rendimiento económico que supone en las empresas los programas del voluntariado corporativo. Todos los estudios en España en este ámbito son cualitativos. "Apenas se está haciendo, pero la tendencia ahora es lograr descifrar el efecto cuantitativo de esta actividad", según Juan Ángel Poyatos, subdirector de la Fundación Fundar, entidad participada por la Generalitat Valenciana, y que lleva diez años trabajando en este ámbito.
Las nueve empresas que competirán en España por el galardón de voluntariado corporativo europeo tendrán que afinar. "En las candidaturas se exige una pormenorización detallada de los objetivos de los programas, los resultados obtenidos, los recursos asignados y, lo más difícil de cuantificar para las compañías, los beneficios que aportan los programas de voluntariado a la empresa", explica una portavoz de Forética, que gestiona el certamen en España.
La Fundación Addeco, una de las participantes, responde así: "Al implicar a los empleados en la estrategia social, les haces partícipes, impulsores y responsables de la creación de valor corporativo más allá del negocio. Y de esta forma logramos: fidelizar y retener el talento de nuestra plantilla, fomentar la motivación con el proyecto de la empresa, y desarrollar la reputación y la cultura corporativa".
Los objetivos empresariales de Addeco coinciden con los que se desprenden del Informe 2009 del Observatorio del Voluntariado Corporativo en España, una entidad privada. De las 600 empresas consultadas el objetivo más perseguido por las compañías es desarrollar el orgullo de pertenencia: la satisfacción por parte de los empleados de formar parte de una empresa que no solo se interesa por los resultados económicos, sino que también se preocupa y actúa por lo social.
Otras de las prioridades son la mejora del clima de laboral y la captación y retención del talento. El informe concluye que las empresas cada vez están más interesadas en contar en su plantilla con personas con sensibilidad suficiente para valorar la aportación de la empresa en el ámbito social.
El valor de la participación
Comparten la misma opinión en Fundar: "En España no está tan implantado pero ya hay muchas empresas americanas que tienen muy en cuenta en sus planes de desarrollo profesional la participación de sus empleados en actividades de voluntariado". Tanto que en algunos casos "llega a ser casi obligatorio", afirma Poyatos. "Porque el trabajador desarrolla aptitudes como la empatía, la flexibilidad o la capacidad de adaptación, que son muy valorados por los empresas", concluye el subdirector de Fundar.
En Telefónica van un paso más allá. Los trabajadores pueden presentar proyectos sociales a la empresa a través de la fundación que, tras pasar por un concurso, Telefónica financia con hasta 6.000 euros y pone en marcha en colaboración con una ONG. "El año pasado varios empleados crearon una web para la integración laboral de inmigrantes, con la colaboración de Mensajeros por la Paz", explica Beatriz Álvarez de la Fundación Telefónica.
"Yo creo que esto sirve más para nosotros que para la gente de la Cañada Real. Un día se queda un poco en nada", reflexiona uno de los voluntarios de ArcelorMittal, mientras acepta un vaso de café de termo que le ofrece el cura Agustín Rodríguez. "Sirve para darte cuenta de que hay otra realidad porque esto solo lo ves en la tele pero aquí impresiona bastante más", continúa con la mirada puesta en una marabunta de niños que corretea entre los escombros que se confunden con las chabolas donde viven.
Asier Marquina, el responsable de la Fundación ArcelorMittal para Europa y África, lleva tres años organizando el día del voluntariado de la empresa en Madrid. Valora como recompensa "la experiencia que viven los empleados", pero reconoce que también hay un objetivo más prosaico: "Además del compromiso de la compañía con la sociedad en la que se implanta, cada vez hay más fondos de inversión que solo invierten en empresas que garanticen buenas prácticas en RSE". De hecho, ellos acaban de entrar en septiembre en el Dow Jones Sustainability, el índice bursátil estadounidense de referencia que premia en el mercado a las compañías internacionales mejor gobernadas y gestionadas.
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