Salud investiga la matanza irregular de corderos en una fiesta musulmana en Tarragona
Los restos de media docena de corderos fueron hallados en un descampado del Priorat días después de la celebración de la fiesta del sacrificio
La delegación territorial de Salud en Tarragona ha abierto una investigación para esclarecer la matanza irregular de media docena de corderos durante la fiesta musulmana del sacrificio o Eid al Adha, celebrada los pasados 16 y 17 de noviembre. Los servicios territoriales del departamento han iniciado las pesquisas tras admitir a trámite la denuncia de una entidad protectora de los animales, la Asociación contra la tortura y el maltrato animal (Actyma). Esta organización remitió a la Generalitat fotografías de vísceras y otros restos que supuestamente proceden del degollamiento a cuchillo de media docena de corderos en una finca del Priorat. Esta práctica incumpliría la ley sobre transporte y muerte de animales para consumo humano.
"No estamos en contra de la práctica musulmana pero no podemos tolerar un fraude a la ley. Resulta inaceptable", ha asegurado el presidente de Actyma, Arturo Pérez. Según la entidad, que fue alertada de la matanza por varios vecinos, la práctica es habitual entre los seguidores del Islam que año tras año degüellan a corderos para la fiesta del sacrificio incumpliendo la normativa española. "Este año, por ejemplo, y solo en la Comunidad Valenciana, hemos detectado matanzas irregulares en 25 localidades", ha señalado Pérez. La entidad, que lleva diez años avisando de estos casos a la administración, lamenta que la mayoría de sus denuncias acaban archivadas sin motivo. "No se puede aceptar que la ley valga para unos y no para otros", ha lamentado Pérez.
Degollados y desangrados
El rito musulmán del sacrificio exige que los corderos mueran degollados a cuchillo y desangrados, según estipula el Corán, libro sagrado del islam. "Hay mataderos preparados para preparar los corderos pero en muchos casos se matan los animales en el bosque sin ningún tipo de supervisión ni vigilancia. Es ilegal", subraya Pérez.
En este caso, los animales son llevados a un descampado o en pleno bosque la noche anterior del sacrificio. Quedan bajo custodia hasta que, a la mañana siguiente, les rebanan el cuello con un cuchillo y aguardan a que se desangren. "Los despellejan por la yugular y dejan que vaya muriendo poco a poco", ha explicado Pérez. Luego son despellejados y preparados para que sean cocinados. "Suelen dejar los restos al aire libre, a veces se los llevan pero siempre quedan restos en la intemperie", ha añadido. Así ocurrió presuntamente en el caso que investiga ahora Salud. La normativa sobre protección de animales obliga incluso a los mataderos a aturdir al animal antes del degüello.
Este tipo de denuncias son habituales cada año en las fechas posteriores a la fiesta del sacrificio, han explicado fuentes de Salud. La dificultad de detectar e identificar a los autores de las matanzas implica sin embargo que la mayoría de casos acaben archivados sin que la Generalitat imponga sanción alguna.
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