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Los atascos protagonizan el Día sin Coches

Tráfico matutino y embotellamientos en los accesos a las principales ciudades; La jornada ha transcurrido como cualquier otra

LUIS SEVILLANO

El Día sin Coches no cuaja en España. La iniciativa de la UE, a la que se han adherido 567 municipios de nuestro país (cuenta con la mayor participación de Europa) no ha tenido apenas repercusión a lo largo del día de hoy, que ha amanecido con fuertes retenciones en las principales ciudades. Los atascos en los accesos a Madrid, Valencia, Sevilla, Málaga y Barcelona han provocado que la Dirección General de Tráfico (DGT) diagnosticara que el estado de las carreteras era "bastante malo".

Las principales ciudades no lo notan

El Ayuntamiento de Madrid cifraba a media mañana en un 0,11% la reducción de tráfico respecto al miércoles de la semana pasada. "Un dato insignificante, no puede decirse que tenga que ver con el Día sin Coches", comenta una portavoz municipal. Desde la DGT opinan que lo que hay que hacer es "crear hábito", porque "reducir el tráfico un solo día no sirve para nada". En Barcelona no dispondrán de cifras hasta el final del día, pero la portavoz municipal de movilidad ya anticipa que la reducción de tráfico es "muy baja".

El Ayuntamiento de Bilbao va en la misma línea. No aporta datos, porque las numerosas actividades que han promovido en la Semana de la Movilidad, en la que se integra el Día sin Coches, "no van dirigidas a que hoy haya una reducción de tráfico", algo que según un portavoz municipal ni siquiera pretenden; su intención es mitigar el uso del automóvil "a largo plazo". Hoy tan solo se ha cortado la calle Islas Baleares, en el barrio San Ignacio apartado del centro, mientras que en años anteriores prohibían el tráfico rodado en plena Gran Vía bilbaína, médula espinal de la ciudad, informa Inés Pérez Chávarri.

En el caso de Sevilla, se han estacionado 45 vehículos en fila en el céntrico paseo de Colón. Esa ha sido la escenografía elegida para concienciar a la ciudadanía de la ocupación del espacio público y la contaminación en el Día sin Coches, informa Elsa Cabria. Pese al intento, los sevillanos no han reaccionado. "Prácticamente no se ha notado" disminución alguna, ha dicho Francisco Fernández, delegado de Movilidad de una ciudad en la que, según sus datos, entran diariamente 265.000 coches de las zonas más pobladas del área metropolitana, sin contar los residentes que solo se mueven por la capital.

La Semana Europea de la Movilidad ha impulsado en Sevilla varias jornadas y ferias de concienciación, e incluso ha contado con la participación de 10.000 ciudadanos en una marcha ciclista, "pero es distinto el discurso de la práctica". Y es que el pelotón de bicicletas se concentró en domingo y hoy es día laborable. "Hay un hábito social de uso indiscriminado del vehículo", ha criticado Fernández.

En Valencia, por el contrario, decidieron por segundo año consecutivo trasladar el Día sin Coches al domingo pasado para "evitar problemas de tráfico", lo que da una idea de la importancia que da el consistorio al evento. Esto no ha impedido que su alcaldesa, Rita Barberá, aproveche el día de hoy para presentar 20 nuevos autobuses de transporte público propulsados por biodiesel, informa Cristina Vázquez.

Los ecologistas, descontentos

La ONG Ecologistas en Acción ha denunciado que los ayuntamientos hayan "dejado pasar esta oportunidad" para "introducir medidas de calado, y no meramente estéticas". "Muestra de la poca ambición", argumentan los ecologistas, es que la "medida estrella" sea "algo tan timorato como la gratuidad del autobús urbano" (en Elche y Segovia, por ejemplo), propuesta "muy alejada del espíritu de esta convocatoria", que en sus inicios exigía que se cerraran algunas zonas de la ciudad al tráfico, algo que hoy se ha quedado en una "recomendación".

Otras ciudades han llevado a cabo iniciativas más pintorescas enfocadas al uso del transporte ecológico, como Córdoba, donde el ayuntamiento ha regalado 100 bicicletas a sus concejales y a los trabajadores de los servicios municipales y empresas públicas.

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