El jefe de BP negocia su salida de la empresa tras el vertido

El consejero delegado de la petrolera BP, Tony Hayward, muy criticado a raíz de la crisis por el derrame de crudo en el golfo de México tras el accidente de su plataforma Deepwater Horizon, está negociando los términos de su salida de la empresa, según ha avanzado la cadena BBC. La prensa británica había conjeturado los últimos días acerca de la posibilidad de que Hayward, de 53 años, pudiera retirarse a finales del próximo agosto o en septiembre y facilitar así el restablecimiento de la reputación de BP, después de que el propio presidente Obama recomendara su destitución y de que él mismo asumiera su responsabilidad por lo sucedido ante el Congreso de EE UU, donde compareció a mediados de junio para dar explicaciones sobre el derrame y donde fue acusado de negligencia por los legisladores.

Según medios británicos y estadounidenses, Hayward podría abandonar su puesto después de una reunión que celebrará hoy el consejo de administración, antes de que el martes la petrolera presente sus resultados semestrales. El candidato mejor colocado para sustituirle es Robert Dudley, máximo responsable de BP para las tareas de contención y limpieza del vertido en el Golfo.

La compañía informó hace un par de semanas de que el coste que le supone el vertido tras el accidente del pasado 20 de abril asciende a 3.500 millones de dólares (2.2779 millones de euros), y sólo en las labores de limpieza han participado hasta ahora 46.000 personas.

Los títulos de BP se situaron en junio en el nivel más bajo desde agosto de 1996, pero la empresa, según sus directivos, es fuerte y puede afrontar la crisis. BP busca ahora una estrategia para defenderse de una eventual amenaza de compra por parte de empresas como Exxon Mobile o Royal Dutch Shell.

Retraso en los trabajos de contención

Mientras, el nuevo intento de BP para sellar la fuga ha sido aplazado varios días y comenzará ahora en la primera semana de agosto, según informó ayer el Gobierno de EE UU. La operación, que inyectará una mezcla de cemento y lodo pesado a través de la campana de contención que cierra el pozo de modo provisional, tenía previsto su comienzo para esta semana, pero el paso por la zona este fin de semana de la tormenta tropical Bonnie obligó a retrasar los planes.

La compañía ya había probado sin éxito en mayo a inyectar una mezcla de cemento y lodo pesado para sellar el pozo, y este intento, llamado Static hill (eliminación estática), sería un procedimiento similar. La diferencia es que ahora BP cuenta con una campana de contención sobre el pozo que por el momento lo mantiene cerrado y que permitiría a los equipos inyectar la mezcla a baja presión y baja velocidad, con mayores probabilidades de éxito.

Los barcos que participan en la lucha contra el vertido están regresando ya a la zona para retomar sus tareas tras el paso de Bonnie. La plataforma desde la que se horada el pozo auxiliar, que fue evacuada el jueves por la noche, ha comenzado ya las tareas para reconectarse y podría retomar las obras de perforación en los próximos días.