Impulso para los futuros coches de hidrógeno en EE UU
La investigación de las pilas de combustible debe proseguir, pese al auge de opciones tecnológicas a corto plazo como el vehículo eléctrico, dice un informe del Consejo Nacional de Investigación
Los vehículos con motores avanzados de combustión, los biocombustibles y los coches eléctricos de enchufar a la red eléctrica para cargar las baterías, se vislumbran como opciones útiles a corto plazo para reducir el consumo de petróleo y la contaminación, y hacia ellas se ha orientado últimamente el esfuerzo estadounidense en el sector. Pero también es necesario continuar desarrollando la tecnología de las pilas de combustible, de hidrógeno, aunque haya que esperar algo más para verlas aplicadas en los coches. Esta es la recomendación recogida en el último informe del Consejo Nacional de Investigación (NRC, en sus siglas en inglés) estadounidense.
FreedomCar, entidad de colaboración entre el Departamento de Energía de EE UU y diversos sectores industriales del sector venían apoyando el desarrollo de la tecnología del hidrógeno como alternativa limpia y muy eficiente para los vehículos, explica un comunicado del NRC. Pero el año pasado dicha entidad cambió de orientación, optando por alternativas a más corto plazo para reducir el consumo de petróleo. "Aunque es importante trabajar en tecnologías de utilización próxima, es igualmente importante desarrollar investigaciones de alto riesgo en áreas como el hidrógeno, que no se emprenderán en el sector privado, especialmente con la economía aún recuperándose", ha declarado el presidente del comité que ha elaborado el informe, Vernon P. Roan (Universidad de Florida).
El informe evalúa las opciones tecnológicas en este sector y hace varias recomendaciones. Define como "claramente importantes" los motores de combustión avanzado, "que dominarán el mercado durante muchos años o incluso décadas". Los biocombustibles y los motores correspondientes, así como las instalaciones de generación y distribución eléctrica para vehículos híbridos y eléctricos también deben ser apoyadas, avanzando a la vez en la evaluación de la seguridad durante la operación de estos vehículos y durante la carga de baterías. Además hay que poner en marcha programas de investigación de reciclado de dichas baterías.
Pero las células de combustible y las tecnologías del hidrógeno asociadas merecen especial atención por parte de los expertos del NRC. Pese a que se han producido avances significativos en su funcionamiento y se ha rebajado su coste, ninguna tecnología de este tipo ha sido hasta ahora capaz de alcanzar los objetivos establecidos. El almacenamiento del hidrógeno es uno de los componentes más críticos que hay que optimizar para que las células de combustible lleguen a la locomoción. Un claro objetivo es desarrollar un vehículo que pueda hacer 500 kilómetros entre recargas. También hay que avanzar en métodos de producción de hidrógeno a bajo coste, de distribución y de almacenamiento. Además, afirman los expertos, es necesario definir la vía más efectiva para reducir el peso de los coches híbridos y de pilas de combustible en un 50%.
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