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El fiscal pide 14 años por el acusado de descuartizar a su pareja y reclamar después el sueldo de la fallecida

El cadáver de la mujer fue hallado en dos partes a 70 kilómetros de distancia. - Ambos convivían en la finca en la que realizaban tareas domésticas

La Fiscalía de Tarragona pide 14 años y diez meses de cárcel para el acusado de asesinar a su pareja, descuartizarla y ocultar el cadáver en dos bultos a unos 70 kilómetros de distancia. Gilberto López, paraguayo de 54 años, reclamó después el salario de su compañera, añade la acusación fiscal. El imputado explicó que la víctima se había visto obligada a marchar de la masía en la que ambos trabajaban realizando tareas domésticas y pidió su parte de la nómina, unos 825 euros. Nunca recibió ese dinero porque fue detenido dos semanas después en el barrio barcelonés del Eixample. El fiscal solicita 14 años de cárcel por el delito de homicidio, cinco meses por profanación de cadáver y otros cinco por exigir luego el dinero de la asesinada, lo que constituye un delito de tentativa de estafa.

Los hechos se produjeron en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2007. El acusado y su pareja sentimental, Elena Fernández, de 51 años y también de nacionalidad paraguaya, cumplían su primer mes de trabajo como masoveros de una finca en Roda de Barà (Tarragona). Ambos se habían conocido ese mismo verano y encontraron un trabajo ideal para cualquier pareja bien avenida en busca de sosiego: entre los dos cobraban 1.650 euros al mes y el acuerdo incluía una vivienda para la pareja, una caseta de madera anexa al edificio principal en la que convivían. Allí fue donde López dio muerte presuntamente a su compañera.

Tras servir la cena a los propietarios de la masía, el acusado se abalanzó sobre la víctima, que descansaba en el comedor de la caseta. Le apretó el cuello con fuerza hasta que la mujer falleció por asfixia. Luego empleó un cuchillo de cocina para seccionar el cuerpo de la fallecida en dos mitades; cargó los bultos al maletero de un vehículo y ocultó el cadáver a unos 70 kilómetros de distancia, según el fiscal.

Los Mossos d'Esquadra hallaron los restos al día siguiente abandonados junto a un contenedor de una carretera secundaria de Sant Just Desvern (Barcelona). Una parte del cuerpo estaba en una maleta verde y la otra insertada entre un edredón y una bolsa de basura. En el momento en que los agentes localizaban la documentación de la víctima que permitió identificar al cadáver, el supuesto asesino explicaba su desaparición a los propietarios de la finca en la que trabajaba. Les dijo que se había ido para no regresar y exigió que le pagaran a él el salario de la fallecida. El fiscal ya ha solicitado la apertura del juicio en la Audiencia Provincial de Tarragona, que previsiblemente se celebrará después del verano.

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