Jiménez afirma que los hosteleros ya han amortizado la inversión de separar las zonas con humo
Las palabras de la ministra indican que no hay propósito de compensar a los dueños de locales de ocio por la prohibición de fumar
La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, apuntó ayer uno de los flecos que quedaban pendientes de la futura ley antitabaco, que prohibirá fumar en todos los locales de ocio cerrados. La norma avanza poco a poco hacia la última fecha prometida por la ministra, que es que la ley llegue al Parlamento en junio. Uno de los detalles que faltaban por saber es qué va a pasar con los hosteleros que sí cumplieron la ley anterior (de 2005) y separaron los espacios de fumadores del resto. Estos habían pedido compensaciones por las obras, pero Jiménez descartó ayer implícitamente que esto vaya a suceder.
Para justificar esta decisión, la ministra repitió un argumento ya conocido (sólo el 1% de los locales obligados han cumplido la ley anterior), y adelantó otro. Su departamento ha calculado que las obras han podido costar entre 8.000 y 15.000 euros, y, teniendo en cuenta que se trata de locales grandes (sólo los de más de 100 metros cuadrados estaban obligados a hacerlas), considera que ese importe está ya amortizado en los cinco años de vigor de la ley.
El "riguroso" cálculo de Sanidad se ha hecho consultando a varios a constructores, según ha sabido EL PAÍS. Con sus palabras, Jiménez deja sólo una pequeña compensación para los hosteleros: que podrán seguir vendiendo tabaco en máquinas.
La ministra no ha aclarado todavía cómo se va a hacer la reforma de la actual ley, si mediante una nueva o modificando la existente (bastaría eliminar el artículo de las excepciones, porque de hecho la ley en vigor ya parte de que se prohíbe fumar en todos los espacios cerrados, para luego enumerar sitios donde eso no hay que cumplirlo).
Fumadores por la tolerancia
La futura ley ha recibido ya el apoyo de las sociedades médicas y de los sindicatos mayoritarios. Sólo se oponen los hosteleros (http://www.fehr.es/FOLLETOS/tabaco.html), y el Club de Fumadores por la Tolerancia (http://www.clubfumadores.org/). Esta última organización está en el punto de mira de los partidarios de endurecer la ley. El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo y la organización Nofumadores.org han rescatado documentos de la industria tabacalera estadounidense (que han tenido que hacer públicos durante los procesos contra ellas por fumadores) en los que se describe la vinculación de estas multinacionales con las organizaciones.
Por ejemplo, se cita que "ante la solicitud de Philip Morris, la firma de relaciones públicas Burson-Marsteller organizó en 1993 la Alianza Nacional de los Fumadores, un grupo por el 'derecho de los fumadores'. Philip Morris le proporcionó inicialmente a esta organización, 4 millones de dólares para financiar su puesta en marcha. Existen documentos que demuestran que Philip Morris formó grupos similares a través de Europa".
Javier Blanco, portavoz del Club Fumadores por la Tolerancia de España niega esta vinculación. "Nosotros fundamos el club en 1995, mucho después de esos documentos. Nos financiamos a través de nuestra revista y por las cuotas de los socios (casi 100.000, muchos de ellos no fumadores)", afirma. Blanco insiste en que siempre han actuado con total transparencia, y que sus opiniones con "independientes de cualquier multinacional".
Blanco no oculta su hartazgo ante "la campaña" contra ellos, y contraataca. "En cambio, algunas sociedades médicas sí que son financiadas por las multinacionales de la nicotina. Me refiero a los fabricantes de sustitutivos como los parches o los chicles", afirma.
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