Un curso con retos educativos a pesar de la crisis económica
Iniciamos el nuevo curso escolar inmersos todavía en la difícil crisis económica a nivel mundial. Por ello valoramos las dos iniciativas que a nivel estatal ha tomado el Gobierno; por un lado reabrir el Diálogo Social en el ámbito de la Administración cuyo objetivo es fijar los salarios de los empleados públicos para el 2010, además, de modernizar la función pública; y por otro conseguir tranquilizar a la comunidad educativa con respecto a la gripe A.
Una vez roto el diálogo social, por las pretensiones de la CEOE al intentar sacar ventajas en una situación económica desfavorable, vamos a trabajar por conseguir un Acuerdo que contemple las propuestas que desde la función pública podemos aportar a la futura "ley de la economía sostenible"; que genere empleo de calidad, si bien entendemos que las futuras ofertas estén matizadas por la situación económica, hemos de seguir avanzando para erradicar la interinidad a través de la prórroga del R.D de acceso que nuestra organización apoyó; que mejore la calidad en el servicio al ciudadano; que desarrolle el Estatuto Básico para motivar al trabajador a través de una promoción profesional bien retribuida y rejuvenezca las plantillas manteniendo las jubilaciones anticipadas. Un Acuerdo, como se ha comprometido la vicepresidenta, que contemple que los empleados públicos no perdamos poder adquisitivo en los tres próximos años.
Con respecto a la gripe A, el liderazgo ha de ser asumido por parte del Ministerio de Sanidad que es en definitiva el responsable de marcar las pautas a seguir. Entre ellas, la elaboración de guías informativas así como protocolos claros de actuación junto a una periódica información a la comunidad educativa de cómo debemos actuar, como va evolucionando la enfermedad, en qué casos se deben cerrar aulas o centros, además de darle la oportunidad de vacunarse al profesorado de forma voluntaria. Sólo de este modo, considero que se tranquilizaría a los trabajadores de la enseñaza, al tiempo que nos alejaríamos del alarmismo al que algunos sectores nos intentan llevar.
Pero volviendo al terreno puramente educativo, recordemos que el pasado curso finalizó con el anuncio del ministro de Educación de impulsar un Pacto social y político por la Educación. Después de tantos intentos fallidos, el hecho de recuperar esta idea de "pacto" nos parece, cuando menos encomiable, puesto que marca una metodología de trabajo entre el Ministerio y los agentes sociales y políticos, que trata de consensuar y acercar posiciones. Quizá el Ministro deba aprovechar el espíritu de consenso que surgió entre todos los agentes sociales, partidos políticos y diferentes administraciones con respecto a la gripe A para relanzar la idea de consenso; aunque me temo que fue un consenso a la defensiva por lo que pueda pasar.
Para muchos colectivos sociales, este tema no está tan claro y hasta puede ser considerado una quimera, bien porque barajan la idea de un posible pactismo en caso de darse una dejación ideológica de planteamientos o bien por la utilización de la educación como arma arrojadiza, tema más que rentable para desgastar al Gobierno.
Sin embargo, existen elementos objetivos que debemos ir definiendo y que pueden ser las bases para ese nuevo Pacto; entre ellos, fijar la meta de alcanzar el 7% del PIB o el compromiso de mantener lealtad institucional entre las distintas Administraciones educativas, reconociendo los derechos que les otorga la Constitución.
La primera consecuencia de esta nueva situación es la convocatoria, tras dos años de estancamiento, de la mesa de negociación en el sector de la enseñanza pública. Durante este tiempo, no sólo se ha paralizado la negociación del estatuto sino que además no se ha avanzado en las posibles consecuencias de la implantación del Master de Secundaria o en el Real Decreto de Concurso General de Traslados. Tampoco sabemos si habrá prórroga del R/D de acceso. De igual manera, se han retomado las negociaciones sobre el Estatuto del Personal Docente e Investigador en la mesa sectorial de universidad.
Además, el movimiento sindical, necesita revalorizarse, fundamentalmente a través de dos mecanismos: el incuestionable proceso democrático de las elecciones sindicales y el de los foros de negociación como marco indispensable para trasladar y resolver los problemas de los trabajadores.
Cuando existen problemas y no se convocan mesas de negociación, surgen reivindicaciones de colectivos muy concretos que exigen su solución. Durante los dos últimos años, con las negociaciones paralizadas y sin la existencia de un interlocutor formal, se ha creado el caldo de cultivo ideal para desarticular la negociación en nuestro sector.
Desde la remodelación del Ministerio y con la mesa de negociación constituida se ha dado un paso adelante. FETE-UGT considera que este foro será el definitivo para concertar el Estatuto de la Función Pública Docente; un Estatuto que reconozca el trabajo en el aula y que contemple una carrera profesional bien retribuida, basada en la evaluación voluntaria o en la acreditación de trabajos realizados, así como la ampliación de la jubilación LOE.
Resultaría paradójico que a través del Acuerdo social en la Función Pública se desarrollase el Estatuto Básico, que las organizaciones sindicales llegásemos a un acuerdo para desarrollar el estatuto universitario y que el profesorado de la enseñanza obligatoria y postobligatoria careciese de un marco jurídico para desarrollar la carrera profesional y la jubilación LOE, con el perjuicio que esta situación está teniendo en las CCAA que esperan un marco referencial para desarrollar en su ámbito acuerdos o estatutos.
Las evaluaciones, tanto internacionales como nacionales, que se realizan del sistema educativo van marcando, en cierto modo, las prioridades de nuestro país en estas cuestiones. FETE-UGT considera que el índice de fracaso y abandono escolar es uno de los grandes problemas educativos de nuestro país y, en consecuencia, uno de los aspectos que debemos resolver urgentemente. Para solucionarlo se pueden poner en marcha medidas educativas técnicas y políticas tales como: establecer procedimientos preventivos desde la Educación Infantil, adaptar las tutorías y orientación para la atención a la diversidad y la compensación educativa, además de disminuir las ratios, sobre todo en las aulas en las que predomine la diversidad.
Por otro lado, nos preocupa que alumnos de Formación Profesional tentados por conseguir un salario, la mayoría de la veces en precario, abandonen sus estudios, convirtiéndose en sujetos difícilmente recuperables para el sistema educativo. Entendemos que la solución puede pasar por potenciar una política de becas específicas para FP, de modo que se contrarresten los efectos de la precariedad laboral en la juventud. El Ministerio de Educación debe potenciar campañas de dignificación de la FP, informando de los porcentajes de alumnos que entran en el mundo laboral tras cursar estos estudios y potenciando los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) como un buen sistema de acceder al mercado laboral, teniendo en cuenta que uno de los objetivos de estos programas es el de reinsertar al alumno en el sistema educativo, flexibilizar el paso entre los grados de FP, relacionar la FP de Grado Superior con la Universidad.
Por último y en relación al Bachillerato, insistimos en nuestra postura de permitir la flexibilidad en el estudio de estas enseñanzas, permitiendo a aquellos alumnos que se encuentren en situación de posible abandono de los estudios poder cursarlos en tres años, lo que a nuestro juicio permitiría a nuestro alumnado equiparar sus posibilidades de obtención de títulos con respecto al resto de estudiantes de la Unión Europea.
Va a ser un curso de dificultades económicas y nuestra prioridad como UGT no puede ser otra que el mantenimiento de las políticas sociales como un elemento clave para mantener la cohesión social y también por solidaridad con los que peor lo están pasando en la sociedad, bien por pérdida de empleo o porque es dependiente o pensionista; sin embargo, este curso tenemos que conseguir que sea el curso del Pacto, y el curso del Estatuto. Por FETE-UGT no va a quedar.
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