Guarderías buenas y seguras pero caras e insuficientes
La tarifa media es de 310 euros mensuales, según un estudio de 'Consumer'
Las escuelas infantiles españolas son de calidad y ofrecen una buena seguridad, pero es insuficiente el número de plazas que ofrecen, según un estudio de la revista Consumer de Eroski, que calcula que la tarifa media en España es de 310 euros mensuales. El informe, que analiza 164 centros (83 públicos, 69 privadas y 12 concertadas) en 18 provincias españolas, señala que la dotación y cualificación de los cuidadores es satisfactoria, así como la calidad y seguridad, que es, en general, buena y algo mejor en los centros públicos que privados.
Respecto a los precios, los centros públicos tiene un sistema de tarifas muy diverso y dependen de los baremos que se apliquen, muy vinculados a los ingresos y a la situación de la familia. En las privadas, el precio medio por una jornada completa (ocho horasy que incluye comida y merienda) es de 310 euros al mes (un 22% más que los 254 euros del estudio de 2005). Sin embargo, las diferencias son notables (se hallaron mensualidades inferiores a 200 euros y cuotas superiores a los 400 euros). Esta disparidad se mantiene entre las 18 provincias estudiadas (de los 410 euros de media que exigen en Barcelona hasta los 200 euros -no los alcanzan- al mes de Córdoba) y dentro de la misma provincia: en Murcia, Sevilla y Alicante 240 euros mensuales separan la guardería privada más cara y la más asequible frente a los 45 euros de Vizcaya o los 60 euros de La Rioja.
Pagar más por peores servicios
En todo caso, la cuota no es el único gasto. Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción. Su precio medio es de 127 euros (casi el doble que hace cinco años, un 48% más), aunque también se han constatado diferencias (de los 215 euros de media en la provincia de Álava a los 65 euros de media en Asturias).
A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, especialmente las privadas: uniforme, actividades extraescolares, clases de natación, fiestas de Navidad y fin de curso, clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la Asociación de Padres o hasta la calefacción. En ocho de las guarderías privadas estudiadas (en ninguna de las públicas) se cobra incluso por calentar y servir la comida que los niños llevan de casa.
Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en dos de los tres grupos de edad estudiados: uno por cada 6,3 (6,9 en los privados) en niños de hasta un año; uno por cada 9 (9,8 en los privados) en pequeños de entre uno y dos años, y un cuidador por cada doce en niños de entre dos y tres años. También disponen en mayor proporción de patio o jardín propio (un 95% de las guarderías públicas frente al 77% de las privadas), aunque los horarios de los centros privados son, en la mayoría, más flexibles. Ofrecen la posibilidad de que los niños puedan quedarse hasta dos horas más del horario oficial, que es de ocho horas.
Casi 1.800.000 niños de hasta seis años, etapa de escolarización voluntaria, acudieron en el curso 2008-2009 a alguna de las 6.843 escuelas infantiles registradas, de los que un 67% fueron atendidos en un centro de titularidad pública y el resto tuvo que matricularse en uno privado o concertado, en muchos casos tras comprobar que la guardería pública que les correspondía había colgado el cartel de completo. La oferta de centros de titularidad pública no cubre la demanda, deficiencia que apenas ha mejorado. En un estudio similar elaborado por la misma revista en 2005, la situación de falta de plazas públicas era muy similar.
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