_
_
_
_
Reportaje:

El estilo de lo verde

Las posibilidades de vestir con diseños ecológicos se multiplican y llegan a todos los bolsillos. Pero no es ecológico todo lo que reluce: faltan normas que regulen el sector

Cuando se habla de marcas éticas, es imposible encontrar una 100% sos¬¬tenible. Transportar la mercancía en avión, tren o barco contamina". Peter Ingwersen habla con los pies en la tierra. Es el fundador y director creativo de Black, una firma verde muy respetada en el sector de la moda ecológica. Un negocio en pleno auge que ha experimentado grandes cambios en la última década. Una industria donde faltan normas internacionales y definiciones claras. "Lucho para que Europa regule el sector y consensúe las normas. Lo ha hecho con la comida, ¿por qué no puede hacerlo con la ropa?", se pregunta Ingwersen.

Lo verde es el nuevo negro, sentencia este danés, en un guiño a un famoso libro de Tamsin Blanchard (Green is the new black. How to change the world in style). Y añade: "La moda sostenible se ha convertido en una tendencia de la que todos hablan". Un abuso que, según dice, ha vaciado de significado los términos. ¿Qué significa orgánico, que la materia viene de la tierra?, ¿o que cada paso de la cadena de producción es sostenible?

Sandra Castañeda, directora de desarrollo de negocio de la ONG Organic Exchange y responsable del área de sostenibilidad del Instituto Europeo de Diseño (IED), afirma que, desde un punto de vista teórico, todo el proceso debe ser sostenible: desde que sale de la tierra hasta que llega al consumidor.

Noir cumple los requisitos: utiliza tejidos orgánicos y materiales respetuosos con el medio ambiente, el comercio justo y el desarrollo sostenible. Su estrategia: producir con el mínimo impacto posible y con los derechos sociales en la mano. Noir nació en 2005 y su público sibarita incluye celebridades como Naomi Watts o Kim Hersov. Famosos que lanzan mensajes solidarios mediante las prendas que visten. Dentro del famoseo, Edun es su baluarte. Y Bono, el cantante de U2, su insignia. La marca, nacida en 2005, fabrica prendas de seda y algodón orgánico. La mujer de Bono, Ali Hewson, es la otra mitad del proyecto. "No nos consideramos una marca para famosos. Edun significa moda ética", puntualiza Hewson. La ONG Verité garantiza que los derechos de los trabajadores son respetados, y una agencia de Edun en África certifica que todo es ético. Pero lo ecológico no es sólo cosa de estrellas. Las multinacionales se pasaron a la moda ética a finales de los noventa. Un cambio de mentalidad que en Escandinavia comenzó antes, con H&M: la firma sueca introdujo materiales sostenibles hace ya diez años. Es la democratización de lo ético. "Las grandes marcas, Nike, H&M, Levi's, Marks & Spencer, fueron pioneras. Empresas más pequeñas como Patagonia y Osklem también comenzaron hace unos cinco años a utilizar materiales ecológicos", cuenta Castañeda.

El modelo del comercio justo en sectores como el de la alimentación inspira a Veja, la marca de calzado que alardea de no gas¬tarse un duro en publicidad. "François [Ghislain Morillon] y yo nos propusimos crear una cadena de producción diferente, donde no sólo importara lo económico, sino también lo social y lo medioambiental", explica Sébastien Kopp, cofundador de Veja. La marca francesa emplea a siringueros (así se llaman los trabajadores que extraen el caucho de los árboles) y a agricultores brasileños. La fabricación de sus zapatillas es más costosa que la de otros fabricantes: los sueldos son dignos, el transporte se hace en barco (contamina menos que el avión) y la materia es única (algodón orgánico con el sello Fair Trade). Aun así, sus productos rondan los 90 euros. La clave: "Ahorramos en marketing, así reducimos el precio del producto en tienda", indica Kopp. Hasta Suramérica se marchó también el francés Aurelyen Conty. Una treintena de peruanos trabajan en los talleres de confección o administración de Misericordia, la primera marca de moda peruana en conquistar el mercado más exclusivo de Australia, Japón, EE UU y Europa.

Alessandro DeVito y la Lika Volkova forman la firma neoyorquina Sans. No venden en tiendas, sólo online o directamente a los clientes. Sus colecciones son temáticas: la última se centró en abrigos, pero también ha habido una de vestidos y otra de calcetines.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_