El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología compra la cabina del Jumbo que trajo el Guernica
La nueva sede coruñesa del centro abrirá sus puertas al público en el primer trimestre de 2011
El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT) ha adquirido toda la parte delantera, incluida la cabina, de un Jumbo, un Boeing 747, que se convertirá en pieza de su nueva sede central en La Coruña. "El Jumbo es un hito de la aeronáutica comercial del siglo XX, un avión que se recordará, y para el museo será un símbolo, una de las piezas estrellas", anuncia Ramón Núñez director del MUNCYT. Además no es un Jumbo cualquiera, se trata del Lope de Vega de Iberia, que en septiembre de 1981 trajo en su bodega, desde Nueva York a Madrid, el cuadro Guernica de Picasso.
Iberia había empezado a volar este Boeing 747 en marzo de ese mismo año y lo mantuvo en la flota más de 20 años, hasta octubre de 2003, con un intervalo de 10 meses en que estuvo cedido a otra compañía, explica Núñez. Actualmente está aparcado cerca de Barajas, listo para el desguace, ocasión que ha aprovecha el museo para hacerse con esta insólita pieza.
La nueva sede coruñesa del museo abrirá sus puertas al público en el primer trimestre de 2011, pero ya a finales de este año comenzará la colocación de piezas en el edificio, llamado El Prisma de Cristal, con 4.500 metros cuadrados de exposiciones.
La cabina del Jumbo es seguramente la parte más interesante del avión, pero el museo ha elegido aprovechar un trozo mayor, hasta la escalera interior que conduce al piso superior en estos aviones, incluido el tren de aterrizaje delantero.
En total será un fragmento de Jumbo de 12 metros de altura, siete de ancho y 14 de largo. Hay que colocarlo en el edificio antes de que concluyan las obras, porque es necesario hacer adaptaciones y montar una pasarela para facilitar su visita. "Presentaremos esta pieza contextualizada para sacarle todo el provecho", explica el director del museo.
La idea es que los visitantes accedan por la escalera interior del avión hasta lo que era la zona de Gran Clase, en el piso superior. Allí se proyectará un vídeo sobre el avión y su historia, para pasar después a la cabina. La gente podrá sentarse en los asientos del piloto y del copiloto y hacerse una idea de cómo es pilotar un avión capaz de llevar a 400 pasajeros. "Queremos provocar la curiosidad por la tecnología", continúa Nuñez. "Uno se sienta en esa cabina y se fija en la complejidad de los instrumentos que tiene el piloto con información de presión, de temperatura, de humedad, de altura, de circuitos eléctricos...". Este será el primer museo europeo que exponga así una pieza de un Jumbo.
"Las actividades del MUNCYT se pueden escribir en un pentagrama de cinco líneas: la primera es servir a los ciudadanos; la segunda, servir a los científicos; la tercera, servir a la ciencia española; la cuarta, servir a la actualidad, a la comunicación científica y la quinta, servir a las instituciones públicas", adelanta Núñez acerca de los ejes que rigen la puesta en marcha de esta nueva fase del museo.
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