El padre de una de las niñas de Alcàsser lamenta sus declaraciones sobre el caso
Comienza el juicio por injurias y calumnias a Fernando García
El Juzgado de lo Penal número 2 de Valencia acoge desde hoy, y tras ocho suspensiones, el juicio por injurias y calumnias a Fernando García, el padre de una de las tres niñas de Alcàsser asesinadas en 1992, al criminólogo Juan Ignacio Blanco y a la presentadora y al director del programa de Canal 9 El juicio de Alcàsser por las declaraciones que se vertieron en ese espacio contra el ex fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana Enrique Beltrán, los forenses y agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación y los miembros del tribunal que juzgó y condenó a Miquel Ricart a 170 años de cárcel por el asesinato, rapto y violación de las tres jóvenes. Fernando García, padre de Miriam, se ha emocionado y ha llorado al manifestar que cuando profirió esas supuestas injurias y calumnias estaba atravesando "un momento amargo". Ha pedido perdón a quien pudo ofender con sus declaraciones, aunque ha señalado que "volvería a hacerlo otra vez".
"Que cualquiera se ponga en mi lugar. Habían matado a mi hija. Sentía impotencia ya que no se estaban haciendo las cosas. Aún todo sigue aquí -ha dicho llevándose la mano al pecho-. Reintento hacer mi vida, pero no me dejan, y varios de los que asesinaron a Miriam están por ahí mientras que yo sigo pidiendo explicaciones del porqué de aquello", ha declarado García, que se enfrenta a 16 años de prisión.
García ha dicho no recordar prácticamente nada de lo que afirmó en aquel programa. "Necesitaría ver el contenido de la grabación, si no, no lo recuerdo", ha puntualizado. Preguntado por si se acordaba de que denunció una confabulación, ha indicado que era una forma de expresarse, "a lo mejor errónea". A la cuestión de si mantenía la afirmación de que la Guardia Civil torturó a Ricart, ha manifestado que "fue lo que él dijo". García ha subrayado que "nunca" dio "nombres de nadie" y que la finalidad de sus palabras no era otra que la de emitir su opinión.
El criminólogo Juan Ignacio Blanco, quien ha comparecido voluntariamente después de que el pasado viernes el juez dictara una orden de detención contra él al no presentarse en la que iba a ser la primera sesión del juicio tras numerosas suspensiones, sólo ha querido responder a las preguntas de su letrado. Blanco ha declarado que en sus intervenciones en el programa "decía lo que consideraba oportuno" puesto que, según ha comentado, no había nada pactado y nadie le daba "ninguna contraseña" sobre lo que tenía que manifestar. Ha aseverado que no tenía ánimo de difamar o de ofender, pues no había tenido "el gusto/disgusto de conocer a Beltrán o a los guardias civiles. Yo no tengo nada contra esas personas, ni he tenido ningún interés". Lo que hizo, según ha expuesto, fue valorar el trabajo de estos especialistas, que en ese momento y ahora lo considera "malo" porque "se hicieron muchas cosas mal". En su opinión, durante la investigación e instrucción del caso "se cometieron muchos errores e irregularidades. Las cosas se hicieron francamente mal y el caso Alcàsser sigue sin solución real", ha lamentado.
La presentadora del programa, Amalia Garrigós, ha declarado que su "única" función era la de moderar, y que había un guión que debía seguir, "bien" diferenciada la información de la opinión. También ha señalado que "muchas veces" intentó evitar que se elevara el tono de las afirmaciones durante el programa, aunque en otras ocasiones tenía que cortar cuando ya se habían producido. No obstante, ha reiterado que solía pedir a los participantes que no hicieran descalificaciones personales.
El director del espacio, Ferrán Pérez, ha corroborado esta versión y ha afirmado que "ni la presentadora, ni los redactores ni yo opinábamos", y que no podía valorar si en las intervenciones había descalificaciones. También ha dicho que fue el director de la cadena el que le propuso dirigir el programa, y que cuando le llamó ya estaba prácticamente diseñado. Además, ha dicho que, momentos antes de emitirse el programa, desconocía las opiniones que iba a realizar García y que "muchas veces bajamos para tranquilizar los ánimos y disminuir el tono". Así, ha asegurado que intentaba estar pendiente "en todo momento" del programa, aunque "no siempre podía escucharlo todo".
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