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Reportaje:

¿Preparados para prescindir de las bolsas de plástico?

El sector de la distribución, los fabricantes y los consumidores cuestionan los plazos y las condiciones del borrador del Plan Nacional Integral de Residuos

Que tardan cientos de años en desaparecer, que contribuyen a la muerte de miles de animales, que contaminan los océanos. Son mensajes cada vez más recurrentes sobre las bolsas de plástico. Desde hace años, instituciones públicas y privadas promueven campañas para que el ciudadano piense dos veces antes de decir: "¿Me das más bolsas?" El objetivo es que las bolsas de un solo uso, conocidas como de comercio o camiseta, se sustituyan progresivamente por las biodegradables o las reutilizables. Sin embargo, ante el reducido efecto de las campañas de concienciación, algunos han tomado medidas más drásticas como la prohibición -San Francisco, China¬ o Singapur¬- o el cobro de un impuesto por bolsa-Irlanda-. Una de las últimas propuestas ha sido la del alcalde de Nueva York, Michael R. Bloomberg, que planteó hace unos días aplicar una tasa de seis centavos por cada una. Cinco para los fondos de la ciudad y uno para el comerciante. La medida todavía no se ha aprobado, pero ya ha provocado un debate entre los que no se imaginan su rutina diaria sin las bolsas de plástico y los que las consideran prescindibles. "Si necesito siete u ocho, ¡no me voy a llevar [a la compra] ocho bolsas de tela!", exclamaba un camionero en paro en un artículo publicado por The New York Times el pasado 18 de noviembre.

"El plan no es realista porque no existe una alternativa viable para 2010"
"La comprarán cuando no les quede otra, cuando les obliguen"
"La bolsa es imprescindible y tanto fabricantes, distribuidores como consumidores necesitan un proceso de adaptación"
Los fabricantes de bolsas están muy preocupados
La bolsa de plástico es un residuo más, que se rige por la Ley de Envases y Residuos de Envases de 2004
En la actualidad, más de la mitad de las bolsas de la compra se reutilizan como bolsa de basura
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En España, el Gobierno estudia la aprobación del Plan Nacional Integral de Residuos, heredado de la legislatura anterior. Si sale adelante, las bolsas de plástico de un solo uso se tendrían que reducir a la mitad a finales del año que viene. Además, el plan supone una prohibición progresiva en vigor en 2010. Pero, ¿estamos preparados para prescindir de las bolsas de plástico en tan sólo dos años? ¿Dejaremos de usar en ese tiempo las 238 bolsas de media que cada uno utiliza al año? En definitiva, ¿es realista el plan que estudia el Ministerio de Medio Ambiente?

Los comercios. "Rotundamente no", asegura Ignacio García, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas). "El plan no es realista porque no existe una alternativa viable para 2010", añade el directivo. Desde la organización, a la que pertenecen empresas como Mercadona o Ahorramas, defienden que son prioritarios el consumo responsable y el reciclado antes de cualquier medida restrictiva. La bolsa de plástico es un residuo más, que se rige por la Ley de Envases y Residuos de Envases de 2004, pero del que sólo un 10% se deposita en el contenedor amarillo.

El sector de los supermercados espera a que la Administración decida cuál es la medida definitiva para proceder en sus centros. Asedas está dispuesta a colaborar para esclarecer un problema para el que, consideran, "no existe una solución única". La asociación ha elaborado un informe en el que analiza los inconvenientes de cada opción. Según ellos, la biodegradable -como la elaborada con fécula de patata- encarecería la cesta de la compra, ya que su fabricación cuesta casi cuatro veces más que la habitual. Además, subiría el precio de la materia prima de la que se componga. Con las reutilizables, aumentarían las bolsas de basura, según cita el documento. En la actualidad, más de la mitad de las bolsas de la compra se reutilizan como bolsa de basura.

Los hermanos mayores de los supermercados, los hipermercados, convergen en que es imprescindible la concienciación, antes de pasar a medidas más radicales, según defienden en la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged). Por ello, muchas de estas empresas fomentan desde hace años el uso de bolsas alternativas. En Alcampo, Carrefour y Eroski, el cliente ya dispone, previo pago, de biodegradables y reutilizables.

Los consumidores. A pesar de estas medidas, pasar un sábado por la tarde en una de estas grandes superficies sirve para comprobar que el panorama tiene que cambiar mucho para que, a esos carros rebosantes de bolsas de plástico, los sustituyan otros con bolsas reutilizables, de fécula de patata o de cualquier otro tipo. "De las de rafia - reutilizables-, hoy hemos vendido tres o cuatro", responde un empleado de una gran superficie a las afueras de Madrid. "La comprarán cuando no les quede otra, cuando les obliguen. La gente no está concienciada", reconoce el trabajador. El asombro de la clientela cuando la periodista adquiere dos de las nuevas bolsas delata su falta de familiaridad con los nuevos productos. "Pero, ¿aquí no dan bolsas?", reacciona una joven. En la línea de caja, un recipiente metálico sostiene un taco de bolsas biodegradables. Algunas están arrugadas, como si algún cliente despistado hubiera creído que esa era la bolsa de siempre y la hubiera dejado en su sitio tras enterarse de que no, que ésa costaba cinco céntimos. "Cogeré la bolsa que den", gratis, se sobreentiende. "Si la cobran, pues alguna tendré que usar", asegura un hombre joven a la puerta de un centro comercial. "Si tengo ésta gratis, ¿para qué voy a comprar la otra?", reconoce una mujer de mediana edad agarrada al carro metálico.

En poco más de un mes, un centro de una de estas grandes superficies ha vendido poco más de 600 bolsas biodegradables, una cifra minúscula en relación con las cerca de 7.000 bolsas que entregan a diario. El dato chirría con las conclusiones del estudio online Our Green World realizado en 17 países por la consultora TNS y publicado el pasado mes de septiembre. En el informe, un 74% de los españoles se declara a favor de eliminar las bolsas gratuitas en los supermercados.

Los fabricantes de bolsas. Las causas medioambientales, la comodidad de los clientes, pero, ¿qué pasa con los fabricantes de bolsas? "Están muy preocupados", asegura Enrique Gallego, director de la Asociación Española de Industrias Plásticas (Anaip), un sector que da trabajo a más de 100.000 personas en España y que representa el 8% de las ventas de productos industriales. Su director lamenta que muchas de las fábricas están limitadas a sus maquinarias y no siempre se pueden amoldar a una bolsa nueva. Gallego cree que es "demasiado ambicioso" que para 2009 se reduzcan a la mitad las bolsas de un solo uso, como estudia el Gobierno. "Es imposible. La bolsa es imprescindible y tanto fabricantes, distribuidores como consumidores necesitan un proceso de adaptación."

La organización propone un tipo de bolsa reutilizable con certificado AENOR, que supone "una esperanza para los fabricantes antes de verse obligados a cerrar". Se trata de una bolsa pensada para 15 usos, que después sirva para el cubo de la basura y, finalmente, termine en el contenedor amarillo.

La producción de estas fábricas se ha reducido desde hace unos años por la importación de países como Malasia o Tailandia y porque las cajeras ya no ponen a disposición del cliente el taco de bolsas, lo que suponía un derroche. En cualquier caso, la situación de este sector ya ha empezado a cambiar tras la época dorada con el auge de los centros comerciales a mediados de los ochenta. Ante este panorama, hace poco más de dos años, Alfonso Biel, director de la fábrica líder en España de bolsas biodegradables, lo vio claro: había que reaccionar ante las perspectivas de cambio. En la actualidad, su fábrica de Utebo (Zaragoza) combina la producción de bolsas de plástico tradicional junto con biodegradables, a la que sólo ve ventajas. Su bolsa, mitad plástico degradable, mitad elaborada a base de fécula de patata, la vende sobre todo al norte de Europa, en países como Dinamarca o Suecia. "¿En España?, aquí funcionamos a base de leyes y mientras que no nos obliguen no hacemos nada." A pesar de la crítica, reconoce que se siente satisfecho de que, en poco más de un año, cerca del 10% de sus ventas se quede en España con clientes como Alcampo, Carrefour o la cadena de supermercados catalana Bon Preu.

Los ecologistas. Leticia Baselga, responsable de Residuos de Ecologistas en Acción, agradecería que se aprobara el borrador del Plan Nacional. "Si no se impone una norma, se van a seguir usando bolsas de plástico porque son gratis. La gente no es consciente del valor y del daño que generan". No duda de que se tengan que eliminar. "Se puede recurrir a una redecilla, a un carro, a una biodegradable", insiste. Baselga explica que la bolsa de plástico "es un producto inútil" y que tiene una vida de tan sólo unos 12 minutos. Ante la posibilidad de que sigan existiendo, defiende "que se cobren siempre" y a un precio considerable para que el público dé importancia a ese gasto.

Un cliente de un supermercado de Reino Unido, cargado con dos bolsas de plástico.
Un cliente de un supermercado de Reino Unido, cargado con dos bolsas de plástico.REUTERS

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