Reino Unido extiende a varias granjas los análisis para detectar fiebre aftosa
La UE prohibirá la exportación de animales y derivados de Gran Bretaña.- Tras conocer el foco de infección, el primer ministro británico, Gordon Brown, ha interrumpido sus vacaciones
El Gobierno británico está investigando otros posibles brotes de fiebre aftosa tras el detectado este viernes en una granja al sur de Inglaterra. Así, ha extendido las pruebas veterinarias para confirmar la presencia del virus a explotaciones animales próximas a la afectada por el brote. Además, las autoridades del país han decidido suspender de manera preventiva y voluntaria sus exportaciones de ganado y productos animales, según ha confirmado hoy la veterinaria asesora del Gobierno, Debby Reynolds.
La explotación afectada por el virus es una granja de Surrey, al sur de Inglaterra, y sus animales han dado positivo a las pruebas de infección por fiebre aftosa, según ha informado un portavoz del Ministerio británico de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA). Tras la confirmación del brote, la Unión Europea prohibirá la exportación de Gran Bretaña de animales o productos derivados, según ha adelantado un ministro británico a la cadena BBC.
Los animales de la granja, situada cerca de Guildford, habían sido sometidos a unos análisis ante la sospecha de que padecían una enfermedad vesicular y los resultados revelaron la presencia del virus de la fiebre aftosa en las muestras tomadas.
Restricción de movimientos
Las primeras medidas adoptadas por las autoridades británicas han sido establecer una zona de protección de tres kilómetros de radio y otra de vigilancia de 10 kilómetros alrededor de la granja. Además, han impuesto una prohibición al movimiento de animales en todo el país, salvo que tengan una autorización, y han informado a la Comisión Europea. Por último, y siguiendo la normativa, todo el ganado de la granja afectada será sacrificado.
Tras confirmarse el brote de fiebre aftosa, el primer ministro británico, Gordon Brown, ha decidido interrumpir sus vacaciones. El jefe del Ejecutivo, que veranea al sur de Inglaterra, participó ayer telefónicamente en una reunión del denominado Comité Cobra del Gobierno, que suele convocarse en caso de emergencia, y tiene previsto regresar este sábado a Londres para presidir otro encuentro de ese comité.
La historia se repite
El Reino Unido sufrió durante el 2001 una epidemia de fiebre aftosa que obligó a sacrificar a entre 6,5 y 10 millones de cabezas de ganado. Entonces, se registraron unos 2.000 casos de la enfermedad en granjas de todo el Reino Unido y el país sufrió unas pérdidas de unos 8.500 millones de libras (unos 12.500 millones de euros).
Con más de 800 casos, la región de Cumbria, al noroeste de Inglaterra, fue la más afectada por la epidemia, que causó también grandes pérdidas en el sector del turismo.
La fiebre aftosa es una enfermedad vírica muy contagiosa de los animales de pezuña hendida, que se caracteriza por la formación de aftas (ampollas rellenas de líquido) y lesiones en la boca, la nariz, las tetillas y las patas.
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