La policía portuguesa descarta la pista holandesa en la búsqueda de Madeleine
Un diario de Amsterdam recibió un mensaje anónimo con una pista falsa sobre la situación del cuerpo de la niña
La policía portuguesa ha descartado este viernes, tras varias horas de búsqueda, que la niña británica Madeleine McCann esté sepultada en el lugar revelado por un diario holandés y sus padres han reaccionado con alivio y han expresado su esperanza de hallarla viva. Fuentes policiales han dicho extraoficialmente que, como ya se temían, no han encontrado pruebas sobre la niña británica de cuatro años en la zona del sur de Portugal señalada por un anónimo enviado a un periódico de Amsterdam.
Los McCann han reaccionado con alivio ante las primeras noticias difundidas por la policía sobre la falta de credibilidad de la "pista holandesa" y el padre de la menor, Gerry, ha dicho que no pierden la esperanza de recuperar viva a su hija. "No hay pruebas de que Madeleine esté en el área indicada" ha agregado el médico británico, que el jueves calificó de "insensible y cruel" al periódico holandés por difundir el tétrico anónimo sin esperar a que la policía comprobará primero su veracidad y revisara el lugar.
De Telegraaf reveló el miércoles haber recibido una nota, probablemente de la misma persona que el año pasado indicó la localización de los cuerpos de otras dos niñas belgas secuestradas, que señalaba dónde estaba sepultada Madeleine, "bajo piedras o ramas" al borde de un camino. El lugar se encuentra cerca de la localidad de Odeaxere, a 15 kilómetros del hotel de Playa de la Luz donde la niña desapareció el pasado 3 de mayo y en el que aún se encuentran sus padres.
La policía lusa acordonó un perímetro de varios kilómetros en esa zona e impidió la entrada de los numerosos periodistas, sobre todo de televisiones europeas, que en los últimos días vagaban por la zona tratando de encontrar el cadáver por su cuenta, incluso con la ayuda de perros. Pero, poco más de tres horas después la policía se retiró y se abrieron de nuevo los caminos al tránsito sin haber encontrado pista alguna de la niña.
Las autoridades lusas habían dado desde un principio poco crédito al anónimo enviado al rotativo de Amsterdam, que les fue remitido por la policía holandesa, y algunos de sus portavoces incluso descartaron investigar más a fondo tras una inspección somera del lugar el jueves. Pero la fuerte presión de los medios de comunicación, de la que se han quejado varias veces los policías lusos, pareció finalmente impulsarles a hacer una búsqueda con perros y especialistas sobre el terreno que ha resultado infructuosa.
Tampoco han tenido éxito dos periodistas del diario holandés enviados a la zona, que sólo han encontrado una toalla, cuya relación con el caso no ha sido reconocida oficialmente, y han dicho a la prensa lusa que la búsqueda podía ser muy difícil por las características del terreno.
Espectáculo medíatico
El episodio de la pista holandesa ha vuelto a demostrar la enorme atención que los medios de comunicación dedican al caso Madeleine, cuya notoriedad han fomentado los padres de la niña con visitas a Marruecos y varias capitales europeas en las que pidieron que la búsqueda de su hija no caiga en el olvido.
Los McCann, una pareja de médicos católicos que a menudo rezan en público por su hija, perdieron a Madeleine la noche del pasado 3 de mayo cuando salieron a cenar al restaurante del hotel y dejaron a la niña y sus otros dos hijos de dos años solos en la habitación. La policía, que nunca ha explicado sus hipótesis sobre lo ocurrido aquella noche, no ha encontrado rastro alguno de la menor ni ha detenido a nadie pese a que identificó como sospechoso a un británico que vive en la zona e interrogó a numerosas personas.
La búsqueda de Madeleine ha desatado una ola de solidaridad con la niña, por la que se ofrecen en Reino Unido más de cuatro millones de euros en recompensas y se han recaudado donaciones por otro medio millón en la página web abierta por los abogados de los McCann. Pero los policías portugueses lamentan que el excesivo "ruido mediático" del caso y los miles de llamadas y pistas falsas recibidas sólo hayan servido para complicar la investigación.
En cambio los padres, cuyas breves vacaciones en el Algarve se han convertido en una pesadilla que dura ya 43 días, parecen reconfortados mientras promueven con sus asesores actividades sobre Madeleine -la última un dvd de la niña- y viajan en busca de apoyo.
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