"Jorge no quería convertirse en otro Ramón Sampedro"
La familia y los amigos del pentapléjico hallado muerto el jueves en Valladolid piden en un comunicado respeto a su memoria
In memoriam. Este es el encabezamiento del comunicado que la familia y los amigos de Jorge León Escudero, el pentapléjico encontrado muerto el jueves en Valladolid, han remitido a la agencia Efe para, precisamente, pedir respeto a su memoria, porque, según aseguran, "Jorge amaba la vida", "no quería convertirse en otro Ramón Sampedro" y tampoco se creía "Superman postrado en silla de ruedas". Además, dice la nota, nunca ocultó su deseo de liberarse de la trágica situación de inmovilidad absoluta en que se hallaba tras sufrir un accidente y "su muerte estaba anunciada".
"Por eso, nosotros, quienes le conocíamos y amábamos de una u otra forma, nos negamos a las especulaciones, el trapicheo, la miseria de los aprovechados, los arribistas, los buitres que acuden sólo cuando hay un cadáver fresco", continúan. "Él amaba la vida de una forma apasionada, tanto, que incluso después del accidente que le dejó postrado e inmóvil, siguió creando, disfrutando de mil cosas, acumulando amigos, experiencias y emociones", añade el documento.
"Su muerte estaba anunciada, a nadie ocultó su deseo de liberarse de la atadura cruel a que le condenó un accidente" y "desde su blog en Internet expuso sus ideas, sus convicciones más profundas, las reflexiones sobre la vida y la muerte que a todos deberían hacernos meditar". "Y es ahora, cuando ya no está, cuando ha logrado escapar de su propio infierno, cuando todos se vuelven a mirarlo, cuando todos se asombran de lo ocurrido, cuando los medios de comunicación se llenan de especulaciones, análisis y debate...".
"Jorge no quería convertirse en otro Ramón Sampedro, no era Superman postrado en silla de ruedas, no era la chica de Million Dollar Baby que se queda pentapléjica en un ring de boxeo. Jorge era él, profesional de la sanidad, artista, escritor, escalador, espeleólogo, creativo, inteligente y vital". "Por eso, nosotros, en su nombre -dicen los autores del comunicado-, pedimos a las personas de bien que respeten su memoria, que no le juzguen, que no le condenen, que no manipulen su muerte ni su vida".
Regulación legal de la eutanasia
"El derecho a una muerte digna, humana, sin dolor, sin sufrimientos añadidos al propio hecho de morir, fue la bandera que llevó en vida desde su silla de ruedas". "Nosotros, en su nombre, seguimos pidiendo lo mismo: la regulación legal de la eutanasia para que nadie añada sufrimiento innecesario al ya insoportable sufrimiento de quienes no tienen futuro ni calidad de vida", agregan sus familiares y amigos. "Si alguien quiere saber algo de esa persona llamada Jorge León, que contemple sus esculturas y sus pinturas, que lea sus textos en su página de Internet. Es su legado, es lo que queda de la gente cuando morimos, porque todos hemos de morir. Pero queremos hacerlo con dignidad, sin sufrimiento, sin dolor añadido, sin que se persiga a esa mano que acercó un vaso a una boca sedienta de libertad, de dignidad y de paz".
Jorge León Escudero, de 53 años, fue hallado muerto en su domicilio de Valladolid el pasado jueves, desconectado de la máquina que le mantenía con vida desde que hace seis años un accidente doméstico le dejó postrado en una silla de ruedas y con la única posibilidad de mover los labios: se resbaló y cayó de las barras en las que practicaba gimnasia, a dos metros del suelo, rompiéndose el cuello. Inmóvil, con respiración asistida y sin intimidad, había que emplear una pequeña grúa para trasladarlo de la cama a la silla de ruedas. La policía sospecha que para morir recibió asistencia. Cerca de su cuerpo fue hallado un vaso.
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