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Los editores de diarios rechazan la nueva Ley de Propiedad Intelectual

Los partidos votan el próximo 3 de mayo la reforma que debe ajustarse a la normativa europea

La Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) ha dado a conocer hoy su oposición sobre la nueva regulación de la propiedad intelectual, cuya aprobación se está tramitando en el Senado. Los editores exigen que se prohíba a las empresas de press clipping reproducir sin permiso y con ánimo de lucro los contenidos de los periódicos, algo que consideran una acción de "piratería comercial de los diarios", que podría ser legalizada si el texto en tramitación se aprueba en su estado actual.

AEDE reclama que la normativa sobre Propiedad Intelectual reconozca los derechos de los editores de periódicos sobre los contenidos que producen, y los proteja de la misma manera "que lo hace con los derechos de los editores de libros o de los productores cinematográficos o musicales", según manifiesta esta asociación en un comunicado.

También recuerda AEDE que los grupos de CiU y PNV han presentado en el Senado sendas enmiendas "que piden la vuelta al texto original del proyecto de ley que amparaba a los editores de diarios", y señala que está en manos de los grupos mayoritarios, PSOE y PP decidir si la nueva ley protege la propiedad intelectual o "la sacrifica en beneficio de las empresas de press clipping que elaboran boletines de prensa, en primer lugar, para las propias Administraciones".

Los afectados

Las empresas de resúmenes y revistas de prensa se han defendido ante los editories apelando a derechos fundamentales del ciudadano, como el de la Libertad de Información. La Asociación de Empresas de Seguimiento de Información y Publicidad (AESIP) ha explicado que la actividad que ejercen "desde hace más de 65 años" está amparada en el artículo 32 de la Ley de Propiedad Intelectual que establece "como plenamente lícitas la recopilación de información en forma de reseñas o revistas de prensa".

El texto original remitido por el Gobierno excluía expresamente esta práctica del derecho de cita gratuita (recoger, por ejemplo, literalmente un párrafo de una obra para comentarlo) cuando las reproducciones se realizaran con fines comerciales. En el trámite del Congreso, una enmienda corrigió este artículo y el nuevo redactado exige la oposición expresa del autor para que se entienda prohibida la reproducción. Ahoran en el Senado, la AEDE espera una nueva rectificación.

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