El Tribunal de Estrasburgo impide que una mujer use los embriones fertilizados por su ex pareja
La demandante había sido sometida a fecuntación 'in vitro' tras serle diagnosticado un cáncer de ovarios
El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha fallado hoy en contra de Natallie Evans, una mujer que pretendía utilizar seis embriones congelados desde hace seis años que habían sido fecundados por su ex pareja.
Evans, británica de 34 años, quería que le implantaran los embriones para poder tener un hijo de forma natural después de haberse quedado estéril a raíz de un cáncer de ovarios. Sin embargo, su antiguo compañero, Howard Johnston, se negaba porque no quería mantener o establecer vínculos emocionales con los vástagos de su ex compañera.
Evans ha pleiteado durante varios años en los tribunales británicos para lograr una orden judicial que le diera acceso a los embriones pero tanto el Alto Tribunal y el Tribunal de Apelaciones sentenciaron que no tenía derecho a utilizarlos al no contar con el permiso de su antigua pareja. Tras este rechazo, Evans había decidido apelar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos alegando que la legislación británica violentaba sus derechos. Sin embargo, los jueces de Estrasburgo no han apreciado que haya ninguna conculcación.
El caso se remonta al año 2000, cuando Evans y Johnston comenzaron un tratamiento de fertilidad en una clínica. Los médicos detectaron que se estaba formando un cáncer en sus ovarios que obligaba a extirparlos. Por ello, antes de la intervención quirúrgica, se le hizo una fecundación in vitro con el esperma de su compañero. Después, esos embriones fueron congelados.
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