Los periódicos gozan de mayor credibilidad en Brasil, según un sondeo

Los periódicos, con un 74%, son después de los médicos y de las Fuerzas Armadas, la institución con mayor grado de credibilidad entre los ciudadanos brasileños, según un sondeo realizado por Instituto Brasileño de Opinión y Estatística (Ibope). Entre los diferentes medios de comunicación, la prensa escrita aparece con mayor índice de aprobación, seguida de Internet con un 65%, la radio con un 64% y la televisión con un 61%.

En el índice más bajo de credibilidad aparecen los políticos con un 11%, los partidos con un 12% y el Parlamento con un 21%. La Iglesia, que en Brasil suele estar vinculada a los movimientos sociales y a la izquierda, está en el quinto lugar con un 73%.

Por lo que se refiere a los periódicos, según el sondeo de Ibope, ha habido un crecimiento de tirada de media de un 5% desde mayo de 2004 hasta la fecha y la tendencia es al alza. Según los encuestados, la lectura de los periódicos les ha ayudado a tomar "conciencia política y social" al mismo tiempo que les ha servido para una "mejor percepción del mercado de trabajo".

No existe aún una explicación para el aumento de la tirada de los periódicos, aunque según algunos analistas podría ser por el seguimiento de la grave crisis política que vive el país, ya que los periódicos, en bloque, han demostrado una gran libertad e independencia a la hora de informar sobre los casos de corrupción que han sacudido al Gobierno del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, y al Partido de los Trabajadores (PT).

Dias atrás, el ex diputado José Dirceu, en su discurso en el Parlamento cuando perdió su escaño, acusado de haber sido el organizador de la trama de corrupción, acusó a los medios de comunicación de haberse compinchado entre ellos "para lincharlo". El mismo Lula, un día sí y otro no, suele quejarse de que los periódicos en vez de publicar las cosas buenas de su Gobierno, —que ha denominado agenda positiva—, no hacen más que incidir en los presuntos escándalos de corrupción.

Los políticos han manifestado preocupación por los bajos índices de credibilidad que manifiestan los ciudadanos, lo que hace cada vez más urgente una reforma política a fondo y que se viene discutiendo desde hace más de diez años. Los ciudadanos no consiguen entender, por ejemplo, como un diputado o un senador elegido por un partido pueda cambiar de partido y hasta cambiar cuatro o cinco veces durante una misma legislatura sólo por motivos de interés, como puede ser un cargo o un mejor despacho en la Cámara.