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El presidente de los obispos apela al espíritu de la Transición para pedir un acuerdo educativo

Blázquez niega que la Iglesia católica actúe "por reacción a las iniciativas del Gobierno"

La iglesia católica española tiene su programa, basado en las enseñanzas de Jesucristo y que "proclama con atrevimiento y sin miedos", por lo que no desea "actuar a rebufo de las cuestiones que otros introduzcan en la sociedad o por reacción a las iniciativas del Gobierno". Con este discurso conciliador, que rechaza las acusaciones de connivencia política con el Partido Popular lanzadas en los últimos meses contra la Conferencia Episcopal española (CEE), su presidente y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, ha tendido puentes con el Ejecutivo. Aún cree que es posible alcanzar un acuerdo "razonable y duradero" en materia de enseñanza, la última piedra en esta relación; para arreglar ésa y otras diferencias, Blázquez ha pedido la vuelta de "las actitudes de curación de heridas" de la Transición.

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Blázquez ha inaugurado hoy la asamblea plenaria de los obispos, la primera que preside, con un discurso con ribetes políticos. Según ha dicho, la iglesia "desea hondamente" que la Ley Orgánica de la Educación (impulsada por el Gobierno) "reconozca adecuadamente la asignatura de religión católica". Fue precisamente este tema el que rompió la baraja en las negociaciones mantenidas por la CEE con el Gobierno (los obispos querían que esa materia fuera evaluable, a lo que el PSOE respondió que en su programa electoral prometió lo contrario), y en última instancia le llevó a respaldar la manifestación contra el proyecto educativo del Gobierno de hace dos semanas, que reunió a 375.000 personas en Madrid.

"Queremos también, y en la medida de nuestras fuerzas nos comprometemos a que la educación, tan vital siempre, tan complicada actualmente y tan postrada en nuestra situación presente, sea mejorada, ya que en ella se decide en buena medida el presente y futuro de nuestra sociedad, de todos nosotros". Blázquez ha tendido la mano para implicarse en las negociaciones sobre la LOE. Precisamente hoy el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reúne con los sindicatos Comisiones Obreras y OGT y con asociaciones laicas para tratar este tema.

Ha querido Blázquez luchar contra el peligro de que la iglesia quede retratada sólo como un ariete político (por su lucha activa contra la LOE y el matrimonio entre personas del mismo sexo) defendiendo las actividades sociales que realiza, y de paso así terciando en la polémica el sistema de financiación que mantiene con el Estado, que el Gobierno socialista ha indicado que podría variar.

Blázquez ha apelado por último al espíritu de la Transición con estas palabras: "Estamos convencidos de que la sociedad necesita actualizar y profundizar las actitudes de aquella situación crucial para que sean respondidos adecuadamente los desafíos de nuestro tiempo, respetando la justicia y la solidaridad, la libertad y la unidad, la verdad histórica y las legítimas aspiraciones de un futuro mejor para todos". "aquellas actitudes de reconciliación, de curación de heridas, de empeño por construir entre todos una sociedad justa y respetuosa de las legítimas diferencias, culta y solidaria, tienen que tomar constantemente forma y cuerpo en acuerdos al servicio del bien común", ha añadido.

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