Rajoy llama a los militantes del PP a participar en la marcha contra la reforma educativa

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha llamado hoy a todos los militantes de su partido a participar en la manifestación que el próximo sábado recorrerá Madrid en contra del proyecto de Ley Orgánica de la Educación (LOE) que se está debatiendo estos días en el Congreso. Destacados dirigentes de la Iglesia católica han respaldado la marcha y han animado a los fieles a participar en ella. En algunas iglesias madrileñas se llamó ayer a los feligreses, al término de la misa dominical, a acudir a la protesta.

Para el presidente del PP, es muy difícil garantizar una buena educación a los españoles si no se refuerza la autoridad del profesorado o no se ofrece una enseñanza común en lo que concierne a la historia, la geografía, la lengua o la literatura, independientemente de la comunidad autónoma en la que se imparta, aspectos que en su opinión omite la futura norma. El líder de la oposición también ha denunciado la forma de actuar del Ejecutivo socialista, que ha retirado "de un plumazo" el plan educativo del anterior Gobierno, sin "diálogo y sin pacto educativo". Esa es "la forma de entender la democracia" del Gobierno, según Rajoy, quien ha confirmado que habrá presencia de dirigentes de su partido en la marcha, si bien él no asistirá por tener que atender obligaciones personales ineludibles.

Apoyo de los obispos

Además del apoyo del PP, la jerarquía de la Iglesia católica se ha adherido a la manifestación convocada por la confederación de padres católicos y respaldada por los titulares de los centros privados (Educación y Gestión) y la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE).

La vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró el pasado viernes que los prelados debían explicar a los ciudadanos su llamamiento a secundar la manifestación en contra de la reforma educativa, al tiempo que echó la culpa a los obispos del fracaso de la negociación que ha mantenido el Ejecutivo con éstos sobre la LOE. Fuentes gubernamentales achacan la falta de acuerdo al tratamiento de la asignatura de religión. Los interlocutores de la Iglesia pretenden que dicha asignatura compute como una materia más en las evaluaciones y en los currículos de los alumnos. La interlocución del Gobierno asume que la asignatura de religión conste en los programas, pero rechaza que sea evaluable y que influya en los currículos de los alumnos.