Las zonas oscuras de las ONG españolas

La Fundación Lealtad audita en España la actuación de aquellos que velan por reducir las desigualdades sociales, proteger el medio ambiente y, en general, construir un mundo mejor. Del centenar de organizaciones no gubernamentales evaluadas este año, sólo 33 cumplen los nueve principios de transparencia y buenas prácticas establecidos por la fundación.

¿Cuáles son los elementos de juicio? Pues bien, se examina como funcionan los órganos que gobiernan la ONG; si su fin social está claro y se publicita de forma adecuada; cómo planifica y realiza sus actividades en pos de ese objetivo; y la imagen y datos que transmite a la ciudadanía. Además, se evalúan sus fuentes de financiación, para que sean plurales y transparentes, se examina cómo gastan ese dinero y como presentan sus cuentas a final de año; y por último se comprueba que cumplan con sus obligaciones legales y de promoción del voluntariado.

La guía de transparencia hecha pública hoy deja claro que las ONG deben mejorar la planificación de sus proyectos a largo plazo y contar con un mayor número de fuentes de financiación, tanto públicas como privadas. Más en concreto, el 99% de las organizaciones examinadas cumple el principio de promocionar el voluntariado; pero sólo el 65% aprueba en cuanto a lo que respecta a sus órganos de dirección, y el 67% en asegurar la pluralidad de su financiación.

El informe concluye que es importante tener claro un plan de acción a largo plazo para que las empresas que les dan dinero "sientan que crecen con las ONG a las que apoyan". Otro problema añadido es que sólo el 44,4% de los fondos provienen del sector privado, lo que deja a estas organizaciones en una posición "dependiente de la financiación pública, lo que las hace vulnerables". "La financiación pública es muy inestable y depende del programa del Gobierno", ha explicado uno de los presidentes de la fundación, Ignacio Garralda.