Un niño puede ver hasta 91 anuncios de comida rápida en una mañana, según la CEACCU
La organización de consumidores alerta de que la programación infantil está plagada de violencia y de actitudes sexistas
Un niño puede llegar a ver hasta 91 anuncios de comida rápida, bollería y aperitivos sin cambiar de cadena en una sola mañana de sábado, según denuncia el tercer informe sobre televisión y niños elaborado por la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), presentado hoy en Madrid. Además de esta saturación de anuncios publicitarios de comida basura, el informe alerta de que la programación infantil que ofrecen las distintas cadenas de televisión está plagada de violencia y actitudes sexistas.
La autora del estudio, titulado Televisión para los niños 2004, Lola Lara, ha denunciado en rueda de prensa la "alarmante" cantidad de este tipo de anuncios, que se refieren tanto a establecimientos como a alimentos de alto contenido calórico y poco valor nutritivo, como fritos, chocolates o bebidas azucaradas. El estudio revela que en la mañana de un sábado, en Antena 3 se registran 91 anuncios de este tipo, en Telecinco 41 y en TVE-1, 44. La presidenta de CEACCU, Isabel Avila, ha explicado por su parte que han pedido a la ministra de Sanidad, Elena Salgado, y a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que no se permita la emisión de ningún anuncio de este tipo en la programación infantil.
El informe arroja otras conclusiones sobre la programación para los más pequeños, como el abandono creciente de la audiencia infantil, cortes abusivos en los programas y contenidos que abundan en contravalores, como la competitividad, la violencia, la venganza, el sexismo o la ridiculización de la cultura. Como novedad, el estudio de este año ha encontrado contenidos que incitan al consumismo irracional, que llegan a asociar la adquisición de un bien a la superación de problemas. Lara ha subrayado que en las series de animación se produce de una manera clara esa incitación al consumo. De ese modo, hay episodios que se convierten en "publirreportajes" sobre el consumo en las grandes superficies, en los que se justifica el "marquismo" o se vincula el acto de comprar con la superación de problemas anímicos.
La mujer, bella, ama de casa y coqueta
Las actitudes sexistas y de carácter violento también están muy presentes en este tipo de producciones. La responsable del estudio ha comentado que, por ejemplo, en un capítulo de la serie de animación Los padrinos mágicos, emitida por Telecinco, un niño, en el día de San Valentín, se refiere a una niña de la que está enamorado asegurando que ésta es la única jornada en que puede intentar besarla y violar la orden de alejamiento. Además, la mujer se sigue presentando en las series infantiles como principal ejecutora de las tareas del hogar y responsable del cuidado de los hijos. La coquetería sigue apareciendo como la cualidad más destacada del carácter femenino y la belleza física como el rasgo más apreciado por el hombre.
En cuanto a la publicidad, el informe observa que se sigue produciendo autopromoción de programas de emisión posterior a las diez de la noche o que la identificación del patrocinador del programa sigue incluyendo lemas comerciales. Además, como hecho especialmente grave, denuncia la interrupción de programas por pausas publicitarias, que en el caso de La 2 de TVE llega a un minuto de publicidad por cada dos minutos de programa. Por ello, Ávila ha demandado medidas específicas de protección a la infancia, entre otras, la prohibición de cualquier tipo de publicidad dirigida a menores de siete años, además de establecer límites más estrictos a la cantidad de publicidad que emiten las cadenas.
Pese a las críticas, se incluye un capítulo de incidencias positivas por primera vez en la serie de informes sobre programación infantil que realiza CEACCU desde hace siete años. En concreto, la programación de algunas nuevas series que promueven conductas y valores positivos, como la igualdad de sexos, el interculturalismo o el fomento de la ética. En relación al código de autorregulación suscrito por las cadenas y que entró en vigor el pasado miércoles, Avila ha considerado que es "insuficiente" y "ambiguo". En su opinión, se trata de una simple "limpieza de cara" de las cadenas ante la situación de alarma social por los contenidos televisivos, al tiempo que ha pronosticado que se quedará como "un simple maquillaje que se va a caer". A pesar de todo, la presidenta de la CEACCU ha señalado que puede ser "un posible instrumento valioso que ha servido para poner orden y que se implicara la administración".
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