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Los expertos creen que la bola de fuego avistada en Torrejón era un meteroide o chatarra espacial

Aunque se produjeron numerosas llamadas de ciudadanos informado del incidente no hay constancia de impacto contra el suelo

La bola de fuego que anoche fue avistada por cientos de personas en Torrejón de Ardoz (Madrid), entre otras localidades, podría ser tanto un meteoroide como uno de los 10.000 fragmentos de chatarra espacial que orbitan la Tierra, según ha explicado hoy el geólogo Jesús Martínez Frías.

Martínez Frías, responsable del Laboratorio de Certificación e Identificación de Meteoritos del Centro de Astrobiología (CAB), ha explicado a Efe que al margen de las llamadas de numerosos ciudadanos a los servicios de emergencia informando del avistamiento, no hay constancia de que haya habido impacto contra el suelo.

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Por ello, el científico sospecha que el objeto avistado podría ser bien un meteoroide, partícula que entra en la atmósfera terrestre, y no un meteorito, fragmento de roca que normalmente se recupera. Sin embargo, si se encontraran restos del objeto y se concluyera que se trató de un meteorito su interés científico sería mucho mayor porque sólo hay catalogados en el mundo unos 20.000 fragmentos, que van desde las 60 toneladas (el de Hoba) a unos pocos microgramos.

El análisis para determinar si nos encontramos ante un meteorito es muy sencillo, según Martínez Frías porque éstos, si son metálicos, están compuestos al 99% por una aleación de hierro-níquel en forma de Kamacita y Taenita. En cuanto a su aspecto, los meteoritos presentan estrías de fricción similares a las de una bala percutida, y también regmaglifos, que son hendiduras en la superficie como cuando se presiona con un dedo la plastilina.

Tamaño engañoso

El investigador ha precisado que el efecto visual que producen estos objetos es muchas veces engañoso y su tamaño muy inferior a lo que parecen a simple vista. Como ejemplo ha destacado que el tamaño de muchas estrellas fugaces no supera el de un guisante. El geólogo ha recordado también que el avistamiento de meteoros es diario y constante en todo el planeta, "pero son muy pocos los que quedan registrados por testigos y todavía son mucho más escasos los que permiten establecer correspondencia directa entre el meteoro y su rastro en la Tierra".

La mayoría de las llamadas, registradas entre las 22,30 y las 00,00 de anoche, provinieron de vecinos de Torrejón de Ardoz, pero también fue avistado en Brunete, una trayectoria, según Martínez Frías, "normal, porque viajan muchos kilómetros y pueden atravesar no solo varios pueblos sino varias provincias".

Exactamente eso fue lo que sucedió con el meteoro que atravesó de norte a sudeste España el 4 de enero de 2004, y del que se recuperó un fragmento. Según los datos facilitados por Martínez-Frías, en España han caído unos treinta meteoritos, algunos de ellos de grandes dimensiones, entre los que citó el hallado en Colomeras (Granada) en el año 1912 y con un peso superior a 100 kilogramos.

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