Nelson Mandela: "Anuncio que mi hijo ha muerto de sida"

"Anuncio que mi hijo ha muerto de sida". Con estas palabras, el surafricano Nelson Mandela, de 86 años y galardonado en 1993 con el Nobel de la Paz, ha querido contribuir a una de sus causas más queridas, la lucha contra esta pandemia, en uno de sus frentes menos obvios: el ocultamiento, la lacra social, la vergüenza que supone esa enfermedad en muchos lugares de África, y que dificulta en gran medida los esfuerzos por combatirla.

"Vamos a darle publicidad al sida, a no esconderlo, porque la única manera de convertirla en una enfermedad normal, como el cáncer, es salir siempre a la palestra y decir que alguien ha muerto de sida. Y la gente dejará de pensar que es algo extraordinario", ha explicado Mandela, rodeado de familiares y con apariencia débil.

Makgatho Mandela, de 54 años, ha muerto en la clínica de Johanesburgo en la que recibía tratamiento desde hace un mes. Era el único hijo que le quedaba con vida al líder surafricano. En África hay más de 25 millones de personas infectadas, una quinta parte de ellas en Suráfrica, donde el sida mata a 600 personas al día. Pese a ello, los habitantes de ese país son reacios a admitir que alguno de sus familiares ha muerto de sida, y suelen atribuir el deceso a "una larga enfermedad", una neumonía, etcétera.