Un informe alerta de actitudes violentas en chicos cada vez más jóvenes
Los comportamientos agresivos empiezan a los 13 años, según un estudio elaborado por el INJUVE
Un estudio realizado por el Instituto de la Juventud (INJUVE) concluye que la etapa que va de los 13 y a los 15 años es la de mayor riesgo para iniciarse en la violencia. Según este informe, un 3,4% de los adolescentes españoles se encuentra en una situación de riesgo especial respecto a la violencia y un 30% tiene dificultades para pensar en soluciones no violentas. Por esta razón, los cursos que coinciden con estas edades -segundo y tercero de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO)- son los que resultan más difíciles para el profesorado de secundaria.
La investigación, titulada Prevención de la violencia y lucha contra la exclusión desde la adolescencia, ha sido presentada hoy por este organismo dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. El estudio destaca la necesidad de utilizar la educación para prevenir la violencia y aboga por dar más protagonismo a los jóvenes en su formación. El trabajo, recogido en tres volúmenes y un vídeo, ha sido realizado por el equipo de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid a través de encuentros con 825 adolescentes de Fuenlabrada, Móstoles y Getafe y pretende mostrar programas "de defensa de la igualdad" basados en la participación de los jóvenes y en la colaboración entre los agentes del proceso formativo.
Esta "experiencia piloto" ha demostrado, a juicio de la catedrática de Psicología de la Educación de dicha universidad y responsable de la investigación, María José Díaz-Aguado, los beneficios de ayudar a los jóvenes a "afrontar su responsabilidad y a fortalecer sus deberes y derechos". Los resultados obtenidos al estudiar las características de los jóvenes de los tres municipios muestran que "en el ocio, los adolescentes viven menos situaciones de agresión entre iguales que en la escuela, con la excepción de las coacciones con amenazas o con armas, en las que sucede lo contrario".
El 16,1% excluye y agrede a los demás
Asimismo, señala que las "frecuentes situaciones de exclusión y humillación que se producen en la escuela podrían estar en el origen de la orientación a la violencia de los adolescentes que la ejercen" tanto en los centros educativos como en el tiempo de ocio. Así, entre los adolescentes evaluados, la mayoría (80,5%) no tiene problemas significativos de violencia en la escuela ni en su tiempo de ocio. El 16,1% excluye y agrede a los demás en los dos ámbitos. Con un problema más grave, el 3,4% sufre más que los demás situaciones de victimación en la escuela, recurre con más frecuencia a todas las formas de agresión y recibe en el ocio muchas más agresiones.
Y lo que resulta más grave: un 30% de los jóvenes muestra dificultades para pensar en soluciones no violentas que resulten fáciles de llevar a la práctica. Por otra parte, el estudio muestra que "la violencia hacia los iguales está estrechamente relacionada con una serie de sesgos y distorsiones morales que contribuyen a legitimarla, -como los conceptos de cobarde y chivato-, fuertemente arraigados entre quienes agreden a sus compañeros en la escuela".
El trabajo pone de relevancia las dificultades de las familias para enseñar a sus hijos a respetar los límites, especialmente con hijos adolescentes en situación de riesgo, y propone promover un contexto de respeto mutuo y confianza, descartando la utilización del castigo físico. Los resultados y conclusiones de la investigación serán puestos a disposición de equipos educativos, escuelas y organizaciones, para lo que se ha realizado una tirada inicial de 2.000 ejemplares.
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