Las relaciones entre la Iglesia y el Estado

Con la llegada de la democracia, España se convierte en un país aconfesional, aunque en el texto de la Constitución de 1978 la Iglesia católica consigue una mención expresa. El PSOE trató de evitar la alusión a la Iglesia, pero su enmienda fue rechazada con 171 votos en contra, 126 a favor y 19 abstenciones.

En 1979, el Estado y la Iglesia firman unos acuerdos en el Vaticano que sientan las bases de su relación en la democracia. El documento trata temas como la homologación del matrimonio civil y el canónico y el reconocimiento de que los domingos son días festivos. En el texto, el Estado "reconoce a la Iglesia católica el derecho de ejercer su misión apostólica y le garantiza el libre y público ejercicio de las actividades que le son propias y en especial las de culto, jurisdicción y magisterio".

Si en algo han chocado los intereses de la Iglesia con los del Estado ha sido en temas como el divorcio, aceptados por la sociedad pero vetados por la doctrina católica. En 1981, con una fuerte oposición de la Conferencia Episcopal, se aprobó la ley que permitía la disolución de los matrimonios civiles. En la actualidad, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pretende volver a cambiar la ley para facilitar los trámites y acortar el proceso de divorcio.

Las aspiraciones de los partidos progresistas siempre han chocado con la doctrina católica. La despenalización de algunos supuestos de aborto en 1985 y la reforma de la ley en 1995 enfrentó a los gobiernos de Felipe González con el Vaticano. La última polémica alrededor del aborto se produjo durante la primera legislatura de José María Aznar, cuando el Congreso rechazó varias veces el llamado "cuarto supuesto" de interrupción del embarazo con el apoyo del PP y varios diputados de CiU y PNV. El tema puede volver a retomarse durante la presente legislatura.

La Iglesia siempre ha tratado de mantener su estatus en cada una de las reformas educativas que se han realizado en España. Hasta el momento, la Iglesia ha controlado la asignatura de religión en las escuelas, pero la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al poder pretende cambiar las cosas. En su plan para reformar la enseñanza, el PSOE ha incluido una enseñanza de religión católica no obligatoria ni evaluable. Además, los alumnos aprenderán obligatoriamente contenidos relacionados con el estudio laico de todas las religiones. Las propuestas socialistas han movilizado a la Iglesia católica.

La defensa de la familia "tradicional" es una constante dentro de la Iglesia católica. Por eso, la intención del PSOE de permitir los matrimonios entre homosexuales ha supuesto un nuevo enfrentamiento con los obispos, que se han mostrado dispuestos a apoyar movilizaciones contra el Gobierno. Para la Iglesia, la legalización de las uniones homosexuales es como un "virus" y va "contra la razón".

La reproducción asistida y la investigación con células madre embrionarias han enfrentado también a la Iglesia católica con el Estado. El Gobierno socialista ya ha anunciado que es partidario de investigar con los embriones sobrantes de los procesos de fecundación asistida, algo a lo que se opone la Conferencia Episcopal.