Los obispos piden a los diputados católicos que voten en contra del matrimonio entre homosexuales
El Episcopado dice que a dos personas del mismo sexo "no les asiste ningún derecho" casarse y que el Gobierno actúa de forma arbitraria al regularlo
Los obispos españoles han pedido hoy a los parlamentarios católicos que voten contra el proyecto de ley que legalizará los matrimonios homosexuales. Para el Episcopado español, las bodas gays pondrán en riesgo el orden social y tendrían "muy negativas consecuencias para el bien común y el futuro de la sociedad".
En una nota del Comité Ejecutivo del Episcopado titulada En favor del verdadero matrimonio, con motivo de que el Gobierno ha anunciado, para el mes de septiembre, un proyecto de ley para la equiparación legal plena de las uniones de personas del mismo sexo con el verdadero matrimonio.
El texto del comunicado señala: "Ante la inusitada innovación legal anunciada tenemos el deber de recordar algo tan obvio y tan natural como que el matrimonio no puede ser contraído más que por personas de diverso sexo. A dos personas del mismo sexo no les asiste ningún derecho a contraer matrimonio entre ellas. El Estado, por su parte, no puede reconocer este derecho inexistente, a no ser actuando de un modo arbitrario que excede sus capacidades y que dañará, sin duda muy seriamente, el bien común. Las razones que avalan estas proposiciones son de orden antropológico, social y jurídico".
A juicio de los obispos, "equiparar las uniones homosexuales a los verdaderos matrimonios, es introducir un peligroso factor de disolución de la institución matrimonial y, con ella, del justo orden social". Para ellos, no hay discriminación alguna al impedir que los gays contraigan matrimonio. "En cambio, sí sería injusto y discriminatorio que el verdadero matrimonio fuera tratado igual que una unión de personas del mismo sexo". Hacerlo, "constituiría un error y una injusticia de muy negativas consecuencias para el bien común y el futuro de la sociedad".
Adopción
También se rechazan la posibilidad de la adopción porque "la unión corporal entre un hombre y una mujer en el matrimonio es el lugar digno para la acogida de las nuevas vidas personales", mientras que "las relaciones homosexuales, al no expresar el valor antropológico de la diferencia sexual, no realizan la complementariedad de los sexos ni pueden engendrar nuevos hijos". "No hay razones antropológicas ni éticas que permitan hacer experimentos con algo tan fundamental como es el derecho a conocer a su padre y a su madre", continúan.
No obstante, los obispos aseguran que las personas homosexuales tienen en la sociedad los mismos derechos que cualquier ciudadano. "Llamamos de nuevo a los católicos a respetarlas u a acogerlas como corresponde a una caridad verdadera y coherente", dicen.
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