Condenado a 18 años un hombre por abusar sexualmente de sus hijos de dos y tres años

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 18 años de cárcel a un hombre de 46 años que violó en varias ocasiones a finales de 1999 a dos de sus hijos, cuando éstos contaban 2 y 3 años de edad. El tribunal le considera culpable de dos delitos continuados de abuso sexual y le retira, durante 12 años, la patria potestad de sus hijos y le prohíbe acercarse a menos de 500 metros a ellos o a su esposa. Además, le impone una indemnización de 15.000 euros para sus hijos y 6.000 para su esposa.

La sección séptima de la Audienca madrileña considera probado que Francisco C. C., entre diciembre de 1999 y los primeros meses de 2000, abusó sexualmente en varias ocasiones de su dos hijos aprovechando que se encontraba a solas con ellos en su domicilio, situado en la localidad madrileña de Guadaliz de la Sierra. Según la sentencia, el condenado, "de forma continuada y al menos en tres ocasiones", introdujo el pene en la boca de su hijo y luego un objeto no determinado en su ano. Esto último también lo hizo con su hija.

Como consecuencia de estos abusos, los dos niños sufrieron "altos índices de ansiedad" que han ido desapareciendo con terapia. La madre también necesitó tratamiento psicológico al conocer los hechos.

Durante el juicio, el procesado negó los delitos que se le atribuían e insistió en que siempre había mantenido con sus hijos relaciones normales, que se ocupaba de ellos y que colaboraba en su atención y cuidado. Sin embargo, la Sala considera que la versión del imputado no es creíble y sí lo es la de la madre, que relató que sus hijos le contaron los abusos y los dolores que sufrían cuando iban al baño o cuando eran explorados por los médicos. Tras conocer las acusaciones de sus hijos, el matrimonio se sometió a una terapia familiar, que recomendó que el padre abandonara el domicilio familiar. Entonces cesaron los abusos y los niños "se abrieron a la hora de identificarle [al padre] como autor de los tocamientos", por lo que la madre constató que las agresiones provenían del padre y decidió denunciarle e iniciar los trámites de separación.

El tribunal no estima que haya animosidad de la madre contra su marido dado que ésta le participaba las dolencias de los hijos y compartía con él las elucubraciones respecto a la posible autoría.