Canadá abre la veda para permitir la caza a golpes de más de 300.000 focas
Los grupos ecologistas denuncian esta práctica brutal
El Gobierno canadiense levanta hoy la veda de la caza de la foca en Terranova entre las protestas de los grupos ecologistas. Se calcula que en los próximos días los cazadores matarán a más de 300.000 de estos mamíferos marinos en la mayor cacería de los últimos 50 años, según informa BBC Mundo. Los activistas opuestos a esta actividad subrayan la crueldad de la muerte a golpes de estos animales, método que evita que su preciada piel resulte dañada.
La caza de jóvenes ejemplares de focas con fines comerciales fue prácticamente detenida hace unos 25 años debido a las protestas internacionales que despertaron las imágenes de las matanzas. Sin embargo, Canadá sostiene que los métodos se han vuelto más humanos. Además, según el Gobierno de Otawa, la población de estos animales está "a punto de explotar", mientras corren peligro de extinción los peces de los que se alimenta.
La caza comenzó ya en los últimos días en el golfo de San Lorenzo. Diversos grupos ecologistas afirman que la captura será ahora más intensa y brutal que nunca, ya que las cuotas han sido elevadas a niveles históricos debido al crecimiento de la demanda de la industria de la moda de Europa, China y Rusia.
Crisis en los 80
El comercio global de piel de foca estuvo a punto de desaparecer en los años 80 debido a una intensa campaña en contra encabezada por figuras como la actriz francesa Brigitte Bardot. Estados Unidos prohibió la importación de productos derivados en 1972 y la Unión Europea siguió a ese país una década después cuando ilegalizó el comercio de las pieles blancas de las crías de foca.
Como resultado de esto, el gobierno canadiense redujo la cuota de caza a 15.000 al año para ser destinada al consumo local de sus carnes y pieles. Sin embargo, el año pasado se aumentó el límite, y se decidió que un millón de focas fueran cazadas en los próximos tres años.
Las autoridades estiman que hay 5,2 millones de focas en el Atlántico Norte en la actualidad. También aseguran que, lejos de estar en peligro, las focas son responsables de la disminución de los bancos de bacalao.
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