La OMS alerta de que la mortalidad infantil en África es mayor hoy que hace diez años
Una niña japonesa tiene una esperanza de vida de 85 años, que se reduce a 36 para otra de Sierra Leona.- Las cardiopatías, principal causa de defunción entre los adultos de los países desarrollados
Cada hora mueren 500 niños menores de cinco años a causa de las crecientes desigualdades mundiales en materia de salud, que han llegado a tal punto que un niño africano pobre tiene diez veces más probabilidades de morir que un niño pobre en el continente americano. El informe 2003 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre esta grave situación y señala que un niño nacido en Sierra Leona tiene un riesgo 100 veces mayor de morir en sus primeros años que los nacidos en Islandia o Singapur.
Según la agencia de las Naciones Unidas, en 2002 fallecieron alrededor de 10,5 millones de niños menores de cinco años. El 98% de esas defunciones ocurrieron en el mundo en desarrollo y 19 de los 20 países más afectados pertenecen a África, donde la mortalidad infantil es hoy mayor que hace diez años. La OMS pone un ejemplo revelador: la diferencia entre las perspectivas de dos niñas nacidas el mismo día en el Japón y en Sierra Leona. "Es previsible que la niña japonesa viva unos 85 años, mientras que la esperanza de vida de la niña nacida en uno de los países más pobres de África sólo es de 36 años. La primera recibirá una de las mejores atenciones de salud del mundo, en tanto que la segunda tal vez no vea nunca a un médico".
Las mayores causas de muerte de niños en los países pobres son -en orden descendente- las patologías perinatales, las infecciones de las vías respiratorias inferiores, las enfermedades diarreicas, la malaria, el sarampión, las anomalías congénitas, el sida, la tosferina, el tétanos y la malnutrición proteico-energética. Sin embargo, la OMS destaca que en el sudeste asiático y en América Latina se lograron las disminuciones más relevantes de la mortalidad infantil de la pasada década. Chile, Costa Rica y Cuba fueron los países donde se registraron las mejoras más significativas hasta lograr reducir sus tasas de mortalidad en casi 80 por ciento con respecto a 1970.
Haití, el caso más preocupante
En Bolivia, Nicaragua y Perú los niveles de mortalidad experimentaron también un fuerte retroceso en términos absolutos, mientras que Haití sigue siendo el caso más preocupante, con 133 niños muertos por cada 1.000 nacidos vivos. La OMS resalta asimismo una reducción de la mortalidad infantil en los países de Europa del Este, al tiempo que la mortalidad aumenta entre los adultos, una tendencia única en el mundo y cuyas razones aún no se han determinado. En los países que formaban parte de la Unión Soviética, la esperanza de vida de quienes entran en la vida adulta (15 años) ha disminuido en 4,2 años para los hombres y 1,6 años para las mujeres. A escala mundial, de 45 millones de decesos de adultos registrados el año pasado, el 75% fue provocado por enfermedades no transmisibles.
No obstante, las causas de muerte varían sensiblemente de una región a otra: en África, sólo un adulto de cada tres muere tras una enfermedad no transmisible, contra nueve de cada diez en los países ricos. El informe se hace eco además de una tendencia alarmante en América Latina, donde la OMS ha constatado que tres de cada cuatro adultos mueren tras una enfermedad no transmisible. Según la organización, el drama de los países en desarrollo es que enfrentan la doble carga de las enfermedades transmisibles (sida, tuberculosis y malaria) y de aquellas que no lo son (cardiovasculares y diabetes). Se estima que si los factores de riesgo que predisponen a las enfermedades y traumatismos graves se eliminaran, la esperanza de vida aumentaría en 4,4 años en los países industrializados y hasta en 16,1 años en ciertas zonas del África Subsahariana.
Finalmente, el informe precisa que las 10 principales causas de morbilidad de adultos en el mundo son el sida, las cardiopatías isquémicas, las enfermedades cerebrovasculares, los desórdenes depresivos, las heridas provocadas por accidentes de tráfico, la tuberculosis, el abuso en el consumo de alcohol, los actos de violencia, las pulmonías crónicas y la pérdida de la audición. Sin embargo, mientras para los hombres el sida es la causa número uno de morbilidad, para las mujeres lo son los transtornos depresivos.
"Peligroso" aumento de los accidentes de tráfico
Más de 20 millones de personas mueren o resultan gravemente heridas al año en accidentes de tráfico en todo el mundo y el balance es particularmente grave en los países en desarrollo, donde sólo puede empeorar, según advierte la OMS. Además de los traumatismos y muertes que provocan, el aumento del número de vehículos y ciertas políticas de transporte tienen importantes repercusiones sociales, económicas y ecológicas, explica la OMS. Así, en algunos países, la contaminación atmosférica debida a los vehículos causan aún más muertes que los propios accidentes.
Los transportes por carretera contribuyen además a una cuarta parte de las emisiones de gas provocadas por la actividad humana y responsables del calentamiento del planeta. Los países de renta per cápita baja o media son ya los más duramente golpeados por esa "epidemia mundial" de traumatismos vinculados a los accidentes de tráfico con un 90% de la pérdida total de años de vida hábil por esa causa en todo el mundo.
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