Una tormenta solar afecta a las comunicaciones y a los sistemas de navegación de la Tierra
Este fenomeno ha generado una burbuja de plasma magnético de 10.000 millones de toneladas de gas a temperatura muy alta que provoca interferencias
La Tierra se ve afectada hoy por un fenómeno que los técnicos llaman "una eyección de plasma magnético" ocurrida hace dos días en el Sol. Sus efectos se sentirán en la atmósfera terrestre hasta las primeras horas de mañana. Esta tormenta magnética, ocurrida como consecuencia de una tormenta solar, ha comenzado a afectar a las comunicaciones por satélite, a los sistemas de navegación aérea en todo el planeta y a las redes de energía eléctrica, pero no se cree que se produzcan mayores problemas, han señalado científicos de Estados Unidos.
Los científicos señalaron que algunas líneas aéreas han informado de problemas de comunicaciones y han tenido que ajustar sus frecuencias o cambiar de satélite. "Lo primero que hemos notado es la concentración de rayos X que se desplazan a la velocidad de la luz y puede causar apagones en las transmisiones de radio", ha manifestado Larry Combs, meteorólogo del Centro de Ambiente Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Según el Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia (CCVE), la tormenta magnética no afectará a la Estación Espacial Internacional (ISS) ni a su tripulación.
"No es algo que se pueda ver, pero es algo que pueden captar los instrumentos", ha indicado, para añadir que las interferencias también se han registrado en las comunicaciones de teléfonos por satélite que utilizan expediciones de montañistas en el Himalaya. "Los satélites operan y están sumergidos en el espacio: son muy vulnerables a la actividad solar", ha explicado Combs. Los científicos detectaron el pasado miércoles una eyección de masa coronal, que ocurre cuando un filamento eruptivo en la activa superficie del Sol arroja una enorme burbuja de plasma magnético hacia el espacio.
10.000 millones de toneladas de gas
En este caso, la burbuja contiene 10.000 millones de toneladas de gas a temperatura muy alta y se mueve a más de 1 millón de kilómetros por hora. El efecto del burbujazo en la Tierra comenzó a detectarse aproximadamente a las 19.00 GMT (20.00 horas de ayer en España). Durante la semana anterior, los científicos habían observado una enorme mancha solar del tamaño del planeta Júpiter y la NASA indicó que la aparición de esa mancha, dentro de un grupo denominado 10484, señalaba que todavía no ha concluido el ciclo de actividad solar de 11 años.
Las manchas en el grupo 10484, según la NASA, cubren en el Sol una superficie diez veces mayor que el área total de la Tierra. Esas manchas generan las gigantescas burbujas de gas envueltas con campos magnéticos que son eyectadas del Sol en el curso de algunas horas. Aunque la corona del Sol se ha observado durante los eclipses totales, a lo largo de miles de años, la existencia de eyecciones de masa coronal no se había percibido y documentado hasta que comenzó la exploración espacial humana. Las primeras pruebas de estos procesos dinámicos provienen de las observaciones efectuadas desde el Séptimo Observatorio Solar Orbital entre 1971 y 1973.
Las eyecciones de masa coronal perturban el flujo del viento solar y causan trastornos que alcanzan la Tierra con resultados, a veces, catastróficos. Una de estas eyecciones en abril de 1997 causó un "efecto de halo" durante el cual el Sol entero apareció rodeado por la eyección. Aquella tormenta cegó al satélite Telstar 401 de la firma AT&T que se usaba para la retransmisión de señales de televisión. Otra eyección de masa coronal en 1998 interfirió con el funcionamiento de un satélite Galaxy IV que se usaba para la transmisión de las señales con las que operan cajeros automáticos y sistemas de seguimiento de vuelos comerciales.
Combs ha explicado que estas manifestaciones de la energía solar "afectan nuestros sistemas bancarios, nuestra televisión y los móviles, todos los aparatos que dan comodidad a la vida". "A veces los satélites pueden sufrir daños irreparables", ha señalado Combs, quien ha agregado que, en todo caso, hay en órbita cientos de satélites y que, en su mayoría, tienen reemplazos. El grupo 10486 de manchas solares que, si bien todavía no se ha colocado de cara a la Tierra, muestra ya signos de una gran actividad. Los astrónomos, con una técnica que se apoya en la velocidad de las ondas de sonido a través de las capas exteriores del Sol, han calculado que estas manchas podrían producir nuevas tormentas solares aún más grandes en las próximas dos semanas.
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