El Papa, débil pero visiblemente mejorado, celebra la audiencia pública del miércoles

Débil pero visiblemente mejorado, el Papa Juan Pablo II ha presidido esta mañana en la plaza de San Pedro del Vaticano la audiencia pública de los miércoles. El Pontífice, por quien el cardenal Ratzinger pidió rezar ayer debido a su preocupante estado de salud, mostraba mejor aspecto que el pasado domingo y se ha expresado con voz clara.

El Pontífice ha llegado a la plaza vaticana en el papamovil. Durante el recorrido, entre las varias decenas de miles de personas congregadas, ha besado a un niño. Después Juan Pablo II ha hablado para las 15.000 personas congregadas en la Plaza de San Pedro en italiano, español, portugués, inglés, francés y alemán. También ha saludado en polaco, croata, eslovaco y lituano.

Aunque ha hablado con claridad el Pontífice se ha saltado algunos párrafos de la catequesis y de vez en cuando ha tenido que parar de leer para tomar aire, ya que le costaba trabajo respirar. En esos momentos los más de 15.00 fieles presentes en la plaza de San Pedro han roto en aplausos para animarle.

Viaje a Pompeya

La catequesis de la audiencia la ha dedicado al cántico del Benedictus, del que dijo proclama las acciones salvadoras realizada por Dios en favor de su pueblo. "En efecto, Cristo, sol de justicia, que ilumina a la humanidad envuelta en tinieblas y sombras de muerte, guía nuestros pasos por los caminos de la paz hacia la patria celestial", ha dicho Juan Pablo II en español.

Además el Papa ha anunciado que el próximo día 7 viajará a Pompeya, en el sur de Italia, para postrarse ante la Virgen del Rosario, demostrando una vez más que está dispuesto a seguir viajando mientras Dios le de fuerzas. Será una visita breve, ya que partirá del Vaticano en helicóptero a las nueve de la mañana local (07.00 GMT) y regresará a las 13.30 local (11.30 GMT), pero de gran intensidad y en la que pedirá por la paz en el mundo y rezará el rosario en este Año del Rosario que concluye este mes.

La semana pasada el Obispo de Roma no pudo celebrar la audiencia pública debido a una oclusión intestinal, de la que ya está aparentemente recuperado. Fuentes oficiales vaticanas han asegurado que no se teme por su salud, aunque han reconocido que debido al parkinson que sufre se encuentra "mal".