El 'Investigator' recoge un calamar gigante muerto de seis metros y 50 kilos
El cefalópodo, un macho de la especie 'architeutis', fue apresado por las redes de dos pesqueros a 200 millas de Gijón
El Investigator, buque de una expedición científica española que trabaja en el Proyecto Kraken, que pretende lograr la filmación de un documental sobre abismos abisales, encontró lo que buscaba el viernes: un calamar gigante muerto de seis metros de largo y 50 kilos de peso en el caladero de Carrandi, a 200 millas de la costa de Gijón.
El cefalópodo, un macho de la especie architeutis, fue apresado por las redes de dos barcos pesqueros en la zona donde se encontraba el buque científico, que tuvo que regresar a puerto poco antes a causa de una avería en sus equipos de filmación. La expedición a bordo del buque Investigator zarpó el 20 de agosto con el objetivo de captar por primera vez en la historia imágenes de un calamar gigante vivo y en su hábitat natural.
José Manuel Novoa, portavoz de Transglobe Films, empresa productora del reportaje sobre la vida de estos cefalópodos en el fondo submarino, ha explicado que a las 12.00 horas de ayer la expedición sufrió un percance por un golpe de mar que afectó a las conexiones de fibra óptica, utilizada para rodar en las profundidades submarinas, por lo que se vio obligado a volver a puerto.
Un ejemplar "macho y maduro"
Según ese portavoz, "la sorpresa llegó por la tarde" cuando los patrones de los barcos pesqueros Elena María y Bautista Pino llamaron por radio al buque Investigator y avisaron a los miembros de la expedición de que habían pescado, a 350 metros de profundidad, un calamar de seis metros de largo. Entonces, el buque de científicos zarpó hacia la zona de la captura, casualmente situada donde se les había roto el cable que unía la caja de fibra óptica para el rodaje con una boya que la sujetaba.
Una vez allí, el cefalópodo gigante fue izado a la cubierta del Investigator, donde el equipo de biólogos y zoólogos ratificó que se trataba de un ejemplar "macho" y "maduro" de la especie architeutis. Según Novoa, "este es el único macho capturado en el mundo y posiblemente aporte una de las informaciones más importantes que se tienen hasta la fecha de un 'architeutis', dado que se trata de un ejemplar maduro, en el que se destaca un dimorfismo sexual que demuestra que los machos son mucho más pequeños que las hembras, que pueden alcanzar la tonelada de peso".
El ejemplar capturado en aguas cántabras será conservado en formol dentro de un gran recipiente y pasará a formar parte del museo de especies submarinas propiedad del científico Luis Laria, integrante de la expedición que trata de captar por primera vez imágenes de uno de estos calamares gigantes, pero vivo y en su medio submarino, más allá de los 500 metros de profundidad.
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