El Vaticano se convierte en el primer Estado del mundo que prohíbe fumar
El único supermercado del pequeño Estado seguirá vendiendo tabaco libre de impuestos
El último Papa fumador fue Juan XXIII, que consumía cajetilla y media diaria. Medio siglo después, entra en vigor la prohibición de fumar en todo el territorio del Vatinaco, el Estado soberano independiente más pequeño del mundo -ocupa tan sólo 40 hectáreas, una superficie similar al Central Park de Nueva York-.
Esta medida no tiene precedentes en ningún otro punto del planeta, salvo los intentos llevados a cabo en algunas ciudades estadounidenses, donde la esquizofrenia antitabaco está más acentuada.
Sin embargo, según informa el corresponsal en Italia de la Cadena Ser, Joan Solés, el único supermercado del Vaticano continuará vendiendo tabaco libre de impuestos para que sus privilegiados súbditos y empleados lo fumen en el extranjero.
La medida afecta especialmente a los clérigos y funcionarios de la administración vaticana y a los visitantes que, para fumar, deberán cambiarse de Estado.
Se encargará de velar por el cumplimiento de la prohibición de fumar la guardia suiza, que, a partir de ahora, invitará con el rigor germánico que le caracteriza, y en el idioma oficial, el alemán, a apagar el cigarrillo; o, como mal menor, a abandonar el territorio de la única monarquía electiva del mundo para fumar libremente en la vecina república italiana.