Científicos israelíes crean un pollo sin plumas "más barato y ecológico"
Sus creadores explican que esta nueva especie reduce la mortalidad y elimina los altos costes de los sistemas de refrigeración de las granjas avícolas
Los pollos podrían volar aún más rápido a la cazuela si un grupo de científicos israelíes consigue que fructifique su proyecto para crear aves sin plumas, modificadas genéticamente, que crecen mucho más rápido de lo normal. El director de los creadores del invento, Avigdor Cahaner, de la Universidad Hebrea del Israel, ha presentado a la prensa un ejemplar pequeño, rosado y desnudo, el primer espécimen de una nueva especie de aves de corral baratas, ecológicas, suculentas y bajas en calorías que, según sus creadores, revolucionará la industria avícola.
Esta nueva variedad avícola, como ya ha sido bautizada como el pollo desnudo, tiene un aspecto entre ridículo y siniestro, pero la carencia de plumas mantiene al animal más fresco y refrigerado que sus primos plumíferos, lo que es muy útil sobre todo en los países cálidos.
Todo se reduce a una cuestión de rentabilidad económica. "Los pollos consumen mucha energía para crecer rápidamente, pero en el proceso generan una gran cantidad de calor, del que tienen que desprenderse ellos mismos. Si no, su temperatura interna subiría demasiado y les provocaría la muerte por asfixia", ha explicado Cahaner.
Las plumas 'disparan' los precios
El plumaje, lejos de ayudar, dificulta el proceso de ventilación del pollo, por lo que las granjas avícolas se ven obligadas a gastar gran parte de su presupuesto en sistemas de refrigeración de aire y agua. "Ésta es la principal razón de que producción de carne de pollo sea considerablemente más reducida en las estaciones cálidas y resulte más complicada en los países calurosos, lo que dispara los precios", ha indicado el investigador.
Sumando dos y dos, los científicos han llegado a la conclusión de que si los pollos estuvieran libres de plumas dirigirían el 100% de su energía al crecimiento. Además, los pollos desnudos de Cahaner también ahorrarían a los granjeros el coste de arrancar a pollos el plumaje, un proceso que se lleva a cabo con grandes cantidades de agua. "El agua queda llena de plumas y de grasa de los cadáveres. Creemos esta contaminación puede ser reducida y eliminar de raíz los lugares donde se acumula", ha afirmado Cahaner.
La agricultura sostenible
De este modo, el invento de los científicos israelíes se suma a otros proyectos científicos como la secuenciación del genoma del arroz, cuyo objetivo es abaratar costes para luchar contra el hambre en el mundo. "El ave resultaría muy ventajosa para los países pobres, donde los granjeros no pueden permitirse perder crías por culpa del calor de las plumas. Es un paso más en la llamada agricultura sostenible", ha añadido Cahaner.
El científico resume así su propuesta: "Las plumas son basura, los pollos usan la comida para producir algo que tiene que ser eliminado y los granjeros tienen que gastar mucha electricidad para producir pollos".
Así, un pollo sin plumas resulta mucho más barato y "más ecológico", porque evita "residuos innecesarios", según los científicos, que insisten en que la carne de esta nueva ave será, en principio, tan sabrosa como la del pollo tradicional.
Objetivo: aumentar el tamaño
Para lograr el pollo desplumado, los científicos del departamento de Agricultura de la Universidad Hebrea han mezclado los genes el pollo común con los de una variedad de pájaro sin plumas. El problema, de momento, está en el reducido tamaño del pollo desnudo.
Sus dimensiones provienen de la especie de pájaro que presta los genes que determinan la ausencia de plumas. Como este pájaro es muy pequeño, el pollo desnudo también lo es. En la Universidad Hebrea se han producido ya varias docenas de ejemplares y se trabaja en aumentar su tamaño de manera progresiva hasta alcanzar o superar las dimensiones del pollo tradicional, ya que el tamaño es el pilar de la actual industria.
"Mi objetivo es de transferir este rasgo novedoso a los pollos tradicionales y estudiar los efectos sobre el índice de crecimiento y desde luego las características de la carne", ha anunciado el investigador.
Pero, como el propio Cahaner reconoce, el ejemplar tiene otro inconveniente: el pobre animal podría morir de frío en climas continentales. "No es un pollo para los campos de Inglaterra en invierno", ha indicado.
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