Fallece la enferma británica a la que Estrasburgo negó el derecho al suicidio asistido

Diane Pretty, la minusválida británica envuelta en una batalla legal con los tribunales británicos y europeos para que le concedieran el derecho a morir asistida por su marido, falleció ayer, según ha anunciado hoy su familia.

Pretty, madre de dos hijos, falleció en un hospital cerca de su casa en Luton, al norte de Londres, acompañada de su marido, Brian.

Diane Pretty, aquejada de una enfermedad degenerativa incurable que la mantenía anclada a una silla de ruedas, había entablado una batalla judicial con los tribunales británicos, que le negaron en noviembre de 2001 el derecho a que su marido la ayudara a morir.

Posteriormente, ante la negativa de los tribunales británicos, Pretty elevó su petición al Tribunal de Derechos Humanos de Estarsburgo, que ratificó la decisión de los jueces de Reino Unido el pasado 29 de abril. "Las leyes me han quitado todos mis derechos", dijo entonces Diane a través de su marido.

Según declaraciones de su esposo, "Diane tuvo que sufrir todo lo previsto y no pude hacer nada para ayudarla". El marido ha informado de que Diane comenzó a tener dificultades para respirar hace diez días, tres días después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechazara su petición.

"Al día siguiente ingresó en el hospital porque seguían los problemas respiratorios. Los médicos y las enfermeras la pudieron estabilizar por algunos días, pero aún tenía dolores", añade el comunicado. "El personal (de la unidad sanitaria) se comportó de manera maravillosa y había siempre alguien a su lado", pero el pasado jueves su estado empeoró, entró en estado de coma y murió el sábado, según ha precisado el marido.