El propietario de un 'pub' británico contrata un seguro contra fantasmas
Terry Meggs asegura que un fantasma perpetra todo tipo de fechorías en su bar y, ante el temor a que algún cliente resulte herido, ha contratado una póliza contra aparecidos
Terry Meggs, propietario del pub Royal Falcon Hotel, en el este de Inglaterra, estaba harto del espectro que hechiza su bar y, a falta de una compañía de cazafantasmas, ha recurrido a una póliza de seguros contra aparecidos. El edificio, cercano a un cementerio abandonado, es uno de los más antiguos de la localidad y anteriormente había sido un colegio de señoritas.
Meggs, propietario del pub, decidió que necesitaba el seguro después de ver cómo una noche el presunto fantasma rompía los vasos colocados en la barra del bar, que se encuentra en la localidad de Lowestoft, en el condado de Suffolk.
"Los residentes locales saben que este sitio siempre ha estado encantado. Yo nunca había creído en fantasmas hasta que llegué aquí", explica el alucinado restaurador, que agrega que una noche vio "cómo se movían las copas por la barraW y pensó "¿que pasaría si le hace daño a alguien?".
El espíritu que lo habita, según se dice, es el de un monje que se ahorcó después de que se descubriera que mantenía relaciones con una de las pupilas.
La esposa del dueño, Shirley Meggs, asegura haber oído "ruidos de muebles que se mueven, los vasos moverse" y, a veces, se sienten "golpes muy fuertes, como si alguien diera con un martillo, suenan campanas y pisadas y las cosas cambian de sitio".
Según Shirley Meggs, el fantasma nunca ha hecho daño a nadie pero a veces toca a los parroquianos o les sopla en los oídos. También hace mucho frío en las habitaciones pese a que la calefacción está encendida y puesta a la máxima potencia.
Este tipo de efectos se siente con mayor intensidad en la habitación número 10, donde se supone que se mató el monje. Ante el temor a que alguno de sus clientes pudiera sufrir algún
daño, la pareja recurrió a una compañía de seguros, Ultraviolet, que ofrece pólizas contra una serie de actividades paranormales.
Ultraviolet, con sede en Bristol, al oeste de Inglaterra, no se dedica a atrapar espectros como Bill Murray en la película Ghostbusters pero asegura contra ellos y cualquier otro fenómeno de ultratumba.
Por una póliza de 500 libras al año (unos 750 dólares), la compañía se compromete a pagar hasta un millón de libras (1,5 millones de dólares) si algún cliente o miembro del personal mueren o quedan incapacitados por causa de algún aparecido o algún fenómeno anormal en el edificio.
El director de suscripciones de Ultraviolet, Simon Burgess, asegura que "se ha producido actividad paranormal en este sitio", que se tomarán "seriamente cualquier reclamación" y que llevarán a cabo "investigaciones psíquicas normales".
La aseguradora ha pagado indemnizaciones en otros casos anteriores, según explican sus
responsables. Hace varios años, puntualizan, se entregaron 100.000 libras (cerca de 150.000 dólares) después de que peritos de esta compañía llegaran a la conclusión de que un fantasma había sido el responsable de la muerte de una mujer que se cayó por el hueco de las escaleras de su casa en Estados Unidos.
La póliza Spooksafe (algo así como "seguro anti-hechizos") ofrece también cobertura contra la posibilidad de un encuentro con extraterrestres o las consecuencias de convertirse en un hombre-lobo o un vampiro.
Desde el lanzamiento de esta póliza, afirman sus responsables, se han logrado "muchísimas suscripciones", en particular en California (EE UU). Según Burgess, se han suscrito en torno a 500 pólizas protectoras contra el riesgo de ser abducido por un extraterrestre.
El producto estrella, sin embargo, parece ser la protección contra el riesgo de convertirse en hombre lobo: cerca de un millar de personas han querido curarse en salud.
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