Un obispo irlandés dimite por los abusos sexuales cometidos por uno de sus sacerdotes
El prelado presenta sus excusas por la manera en que llevó las denuncias que implicaban a uno de sus curas
El obispo de Ferns (suroeste de Irlanda), Brendan Comiskey, ha anunciado hoy su dimisión y ha presentado sus excusas por la forma en que ha llevado varios casos de abusos sexuales en el que estaba implicado un sacerdote de su diócesis.
En un comunicado, Comiskey precisa que su decisión de dimitir está relacionada con el caso del sacerdote Sean Fortune, que se suicidó en 1999. El obispo de Ferns asegura que ha hecho "lo que ha podido" para afrontar el asunto, pero que "es evidente" que su esfuerzos han sido insuficientes.
La dimisión del obispo tiene lugar después de la difusión de un documental televisado en el que se criticaba al prelado por la manera con la que había intentado solucionar el asunto y donde se recordaban las agresiones sexuales a niños perpetradas durante los años ochenta y noventa.
El padre Fortune fue una figura notable de la diócesis de Fern, aunque fue acusado de violación por uno de los jóvenes con los que trabajaba. Esta acusación fue reforzada por otras nueve denuncias.
"Imposible de llevar"
"El padre Fortune cometió tres graves faltas e hirió a numerosas personas", admite el obispo de Ferns, quien subrayó que se encontraba envuelto en un caso "prácticamente imposible de llevar".
Comiskey prohibió provisionalmente al padre Fortune ejercer su magisterio y había consultado a un profesional sobre el tema. Sin embargo, autorizó posteriormente al mismo sacerdote a proseguir sus trabajos después de que un psicólogo estimase que el padre Fortune no tenía la psicología de un violador.
El obispo Comiskey ha indicado que viajará esta semana al Vaticano para presentar oficialmente su dimisión y que el jefe de la Iglesia católica irlandesa ha aceptado su decisión.
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