Safiya Husaini, absuelta de adulterio, no será lapidada
Tras una extraordinaria movilización internacional, la corte islámica falla a favor de la joven nigeriana.- Otro tribunal del norte del país condena a morir a otra mujer por el mismo delito
El tribunal islámico de Sokoto (norte de Nigeria) que debía resolver hoy el recurso de Safiya Husaini, condenada a morir lapidada por adulterio, ha resuelto absolverla. La corte, presidida por Mohammed Tambari-Uthman, ha dictado la revocación de la pena después del recurso contra la sentencia presentado por la condenada.
La situación de Safiya Husaini se había convertido en emblema universal de la defensa de los derechos humanos y de la lucha de la mujer por la igualdad. El tribunal, que ya se reunió el paso día 18, había aplazado a hoy la decisión.
Tambari-Uthman ha explicado que la condena a muerte por lapidación dictada el año pasado contra Husaini no era válida debido a los errores procesales registrados en el juicio.
Al oír la sentencia, Husaini ha alzado los brazos en señal de júbilo, sollozando, mientras su familia, amigos, abogados y la gente que le ha prestado su apoyo, se arremolinaban a su alrededor para felicitarla.
Su principal abogado, Abdulkadir Imam Ibrahim, ha asegurado estar "muy satisfecho con esta sentencia. Estoy contento por los jueces, por los Derechos Humanos y por la comunidad internacional".
Esteban Beltrán, Amnistía Internacional (AI) también ha dado la bienvenida a la decisión pero ha pedido al tiempo que la presión internacional continué para que se deroge la parte de la ley que viola derechos fundamentales. En este sentido ha recordado que mientras Safiya ha sido liberada, otra mujer ha sido condenada a morir a pedradas por adulterio en un Estado del norte de Nigeria.
Ley "inconstitucional"
Las esperanzas de que el Tribunal respondiera favorablemente a la apelación se habían incrementado esta semana después de que el ministro de Justicia del país asegurara que la Sharía o ley islámica, vigente en 12 de los 18 Estados del norte del país, es ilegal y recomendara que no fuera aplicada.
En una carta enviada a los gobiernos locales de esos Estados, Kanu Agabi, denunció que la Sharía "viola los compromisos constitucionales de respeto a los derechos y de no discriminación en función de la religión o el sexo" de los acusados.
Aunque Agabi no mencionó en su misiva el caso de Safiya Husaini, en círculos judiciales locales se atribuye la decisión gubernamental a la presión ejercida desde el exterior para salvar la vida a la mujer.
La medida del Gobierno plantea además un litigio de orden legal, ya que cuestiona la implantación de la Sharía desde hace dos años en la mayor parte de la región septentrional del país, donde ha elevado la tensión entre los musulmanes, mayoritarios, y la minoritaria comunidad cristiana.
Condenada por adulterio
El caso Sayifa cobró notoriedad internacional después de que un tribunal islámico la condenara en octubre de 2001 a ser enterrada hasta las axilas para a continuación morir apedreada, tras encontrarla culpable de adulterio, por mantener relaciones sexuales con un hombre casado cuyo fruto de una niña de 11 meses.
Pese a que la mujer, de 35 años, tres veces divorciada y madre de cinco hijos, alegó que había sido violada por un primo suyo y aportó el testimonio de tres policías, sus declaraciones no fueron aceptadas debido a que la Sharía exige un mínimo de cuatro testigos, en el caso de la mujer. Si es acusado es un hombre, basta con su palabra.
Ante la postura de la justicia, Safiya cambió en enero su alegato y dijo que el padre de su hija Adama es en realidad su último marido, Yusuf Ibrahim, del que se divorció hace dos años y con el que afirma que mantuvo relaciones sexuales de mutuo acuerdo.
Acaba el caso Safiya, comienza el caso Lawal
Apenas se ha conocido la noticia de la absolución de Safiya se ha sabido que otro tribunal islámico del norte de Nigeria ha condenado a muerte por lapidación a una segunda mujer, Amina Lawal, también acusada de adulterio, según ha indicado el director de Amnistía internacional en España, Esteban Beltrán.
El viernes pasado Amina Lawal fue sentenciada por el tribunal de Bakori, en el estado de Katsina (norte), después de que confesara haber dado a luz a un bebé tras su divorcio. Ese es el mismo cargo que pesaba contra Safiya Husai.
Para Esteban Beltran, este nuevo caso demuestra que las organizaciones no gubernamentales y la comunidad internacional deben de seguir presionando para acaban con este tipo de sentencias, basadas en la Sharía, que suponen un "castigo cruel y discriminatorio" para las mujeres.
Recientemente la administración nigeriana ha declarado "anticonstitucional" la Sharía y el nuevo ministro de Justicia, Kanu Agabi, envió un escrito a los Estados del norte del país señalando que la ley Islámica "viola los compromisos constitucionales de respeto a los derechos humanos y de no discriminación en función de la religión o el sexo".
Con casi 130 millones de habitantes, Nigeria es el país más poblado de Africa y uno de los Estados del continente donde la diversidad religiosa, política y étnica desembocan con mayor frecuencia en enfrentamientos armados.
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