El estudio de 700 personas durante 60 años demuestra que vivir más depende de uno mismo

Publicado este mes por la revista American Journal of Psychiatry, de la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos, esta investigación sin precedentes realiza un seguimiento de las condiciones físicas y mentales de esas personas desde 1940. Cada cinco años se llevaban a cabo exámenes médicos, mientras que las pruebas psicosociales se realizaron cada dos.

Además, los investigadores han comparado la situación mental y física de 268 estudiantes recién ingresados a Harvard con la de 456 adolescentes enfrentados a circunstancias sociales más difíciles en barrios pobres de Boston.

"Una ancianidad activa y feliz bien puede que no sea cuestión de los astros ni de la suerte, sino de nuestros genes y de nosotros mismos", ha manifestado al respecto George Vaillant, profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard, y coautor del estudio.

La educación y la participación en una familia numerosa son clave para un envejecimiento saludable

Para vivir más, educación

Otra de las conclusiones del estudio es que la salud tanto física como psíquica de los hombres que crecieron en condiciones de pobreza urbana empeora más rápidamente que la de los jóvenes más acomodados de Harvard. Con 65 años de edad, los individuos de origen más pobre presentaban la misma condición de envejecimiento que los de condición más desahogada a los 75.

La conclusión del estudio a este respecto es que es la educación, y no el dinero ni la posición social, el factor que marca la diferencia en ese sentido.

Vaillant y su colega de Harvard, Kenneth Mukamal, también consultaron los resultados de otros estudios a largo plazo sobre la salud en la edad avanzada, y encontraron que dos de los predictores más importantes de un envejecimiento saludable son un alto nivel de educación y la participación activa en una familia numerosa.

Vaillant ha explicado la importancia de este estudio señalando que en los últimos 100 años se ha multiplicado por diez el número de años que las personas viven después de su jubilación.

"Es imperativo que la psiquiatría geriátrica preste tanta identificación a la promoción de la buena salud como a la identificación y el tratamiento de las enfermedades", ha agregado Vaillant.