Implantan el primer 'bypass' en una arteria coronaria sin usar cirugía
La intervención fue realizada en 1999 en un hospital alemán a un paciente de 53 años
La intervención, de la que ha informado hoy la Asociación Estadounidense del Corazón, se ha realizado mediante un procedimiento mínimamente invasor y ha permitido usar el flujo sanguíneo de una vena para salvar una arteria que estaba parcialmente obstruida.
Según ha explicado Stephen Oesterle, que ha dirigido la operación, ésta fue realizada en noviembre de 1999 en un hospital de Trier, en Alemania y el paciente, un hombre de 53 años, se goza de buena salud en la actualidad.
Sólo para un pequeño grupo de pacientes
Aunque ha sido calificado por numerosos expertos como un "hito" en la cirugía, por el ingenioso método que comporta, solo podrá ser usado por ahora en un pequeño grupo de pacientes, con unos daños muy específicos en sus arterias.
Cientos de miles de personas se someten cada año a lo que se denomina Cirugía de Bypass de una Arteria Coronaria clásica, una intervención quirúrgica que obliga a abrir la caja torácica para establecer un puente (bypass) en torno a una arteria obstruida
por la arteriosclerosis.
Esta intervención, cuyo fin es mejorar el suministro de sangre y oxígeno al corazón, utiliza para fabricar el puente que salva la arteria dañada un fragmento de la vena safena o de la mamaria, que son extraídas del cuerpo del propio paciente.
Existen otros procedimientos mínimamente invasores que están siendo evaluados como alternativas, pero, según la Asociación Estadounidense del Corazón "son prometedores, pero necesitan un estudio más extenso".
Mediante un catéter
En el procedimiento realizado en Alemania intervienen prácticamente los mismos componentes de la cirugía de bypass clásica, pero su ejecución es muy diferente. Según ha explicado Oesterle, se realiza mediante un catéter, sin abrir la caja torácica.
Además, la peculiaridad principal de esta intervención no quirúrgica consiste en que convierte una de las venas del corazón del paciente en una arteria con el fin de salvar el bloqueo. "No importa que grado de deterioro sufran las arterias, las venas resultan raramente afectadas" por los depósitos creados por la arteriosclerosis, ha explicado el científico.
Oesterle, que es director de Cardiología del Hospital General de Massachusetts y profesor en la Escuela de Medicina de Harvard, ha denominado al complicado proceso que han realizado PICVA, por las iniciales en inglés de Arterialización Venosa Coronaria Percutanea In Situ.
Oesterle ha explicado que la intervención provoca un "desvio" en la "autopista vascular" del paciente, que permite salvar el bloqueo en la arteria mediante el uso de una vena próxima.
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