Vuelve con fuerza el chaleco mini (por obra y gracia de Celine)
El chaleco más tradicional, icono de los 70 y sello de estilo de Kate Moss, será uno de los grandes protagonistas de la próxima primavera.
Una de las piezas de la tradición sacrosanta del armario masculino es el traje tres piezas. Americana, chaleco entallado (y abotonado) y la camisa representan el máximo exponente de la sastrería. El chaleco, es la prenda que le confiere ese grado máximo de etiqueta y que hoy día ha quedado relegado a bodas y citas de postín. Sin embargo, en la década de los 70 pasó a convertirse en la prenda favorita de rockeros, como Bob Dylan, y musas del estilo más rompedor, como el de Diane Keaton en Annie Hall. La clave para llevarlo al lado más bohemio y revolucionario del armario fue lucirlo en solitario, dejando al descubierto las mangas de la camisa. Así nació un icono de estilo.
Un icono que hoy rescata Celine, en su colección para la primavera que viene. La característica fundamental de esta tendencia es combinar un chaleco tradicional de sastrería masculina, es decir, cortito y muy entallado, con una camisa fluida. Un contraste de formas y volúmenes que estilizan y aportan ese punto canalla. Estilo que ya captó a la perfección Kate Moss, la reina del heroin chic. El chaleco ha sido una de las prendas fetiche de la modelo que marcó toda una época. Eran los primeros años del nuevo milenio y Kate Moss había resurgido con más fuerza que nunca después de aquellas fotos del escándalo en 2005. De su relación con Pete Doherty solo se salvó ese estilo de musa del rock, que en realidad siempre fue patrimonio suyo, y el chaleco fue sin duda su inconfundible sello. Lo llevaba con pantalones cortos, botines y lazo al cuello; con pantalones pitillo y camiseta escotada; o con los brazos al descubierto y vestida de negro de los pies a la cabeza.
Precisamente fue en 2006, cuando Kate Moss lo llevaba a todas horas, el año en el que este chaleco protagonizó una vuelta por todo lo alto. No hubo prácticamente una celebrity que no lo llevara.
Victoria Beckham, cuando no era ella quien dictaba las tendencias bajo su firma sino que las seguía, fue otra de sus grandes adeptas. Lo llevó con pantalones short o al más puro estilo masculino, combinándolo siempre eso sí, con sus inconfundibles tacones de vértigo.
Anne Hatthaway, Jennifer Lopez, Blake Lively o Kirsten Dunst fueron otras de las estrellas que siguieron la tendencia del chaleco masculino, con más o menos acierto.
La confirmación definitiva de que el chaleco tradicional de sastre se había convertido en la tendencia reina de principios del 2000 llegó de la mano de Carrie Bradshaw. En una de las escenas de la película estrenada en 2007 se podía ver a la protagonista de “Sexo en Nueva York” paseando con uno de color marfil por las calles de Manhattan.
Una tendencia, la del chaleco, que siempre se ha movido entre la escena de las estrellas del rock y ese acertado binomio de lo masculino y lo femenino. Camisas un par de tallas más grandes que se ajustan a las formas femeninas gracias a lo entallado del chaleco.
Para la primavera que viene encontramos varias propuestas a la hora de llevar el chaleco. Desde la más setentera, de la mano de Celine; hasta la más rockera por obra y gracia de Saint Laurent, ideal de para las admiradoras del estilo de Kate Moss. Louis Vuitton también ofrece su propia versión, anclada en los 70 pero con una estética más andrógina. Y para musas de lo andrógino y referentes del estilo masculino más femenino, nada como Rita Hayworth, que ya llevó el chaleco como ninguna en 1944. Tú eliges cuál es la tuya.
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