Por qué Shiv Roy debería ser la CEO de Waystar
Logan Roy necesita darse cuenta de que, aunque no es perfecta, su hija es la mejor candidata que tiene dentro de la familia.
*Este artículo contiene spoilers. No seguir leyendo si no has visto la última temporada de Succession.
El último capítulo de la tercera temporada de Succession nos ha dejado con la sensación de que tanta guerra, tanta traición insoportable y tanta ambición desmesurada no les ha servido de mucho a los cuatro vástagos de Logan Roy. El patriarca no acaba de confiar en sus hijos y ha preferido dejar la compañía en manos de un joven gurú tecnológico, que le recibe en su mansión suiza sin quitarse el chandal y le arranca un trato histórico y multimillonario en una conversación corta, pero clara. Un tipo chulo y estudiadamente desaliñado es capaz de amedrentar al más prepotente de los veteranos empresarios con datos sobre plataformas de streaming y algoritmos. Nada define mejor lo que significa vivir en 2021.
Obviamente esto no va a quedar así. Probablemente, la decisión de Logan Roy es la más adecuada desde el punto de vista empresarial, pero HBO ha anunciado una cuarta temporada y con toda probabilidad volveremos a la casilla de salida, donde los hijos de Logan Roy se matarán de nuevo por demostrar quién es el candidato más idóneo para liderar la compañía mediática más poderosa de EEUU. No sabremos si la guerra irá contra Logan o contra el gurú tecnológico y Tom, pero habrá guerra. Eso está asegurado.
Lo que objetivamente es difícil de entender en esta serie –ganadora de siete Emmy– es por qué Shiv, la única hija de Logan Roy, no es desde hace tiempo la CEO de la compañía. ¿Mira Logan a su hija con la misma condescendencia que el patriarcado mira a las mujeres que intentan cada día atravesar el techo de cristal? ¿Por qué un hombre tan sumamente inteligente no se ha dado cuenta de que, aunque Shiv no es perfecta, es la mejor carta de su baza?
Que Shiv debería ser la CEO de Waystar responde a razones plenamente racionales y prácticas Empecemos por las meramente profesionales. Es la única de los hijos del empresario de la que conocemos una carrera profesional anterior a la etapa Waystar. Sabemos que ha trabajado en el departamento de de comunicación de Gil Eavis, un político de izquierdas inspirado en Bernie Sanders que está en plena carrera presidencial a la Casa Blanca y es un gran enemigo todo lo que representa su padre. Conoce los entresijos políticos de Washington y comprende los códigos para lanzar campañas mediáticas exitosas en plena era digital. Ha tenido por jefe un tipo completamente ajeno a su familia y, aunque ser una de las mujeres más ricas y poderosas del país no debe ser una mala carta de presentación, sabe lo que es currárselo fuera de la empresa de papá. De hecho, en los primeros capítulos, Shiv tenía la ambición de llegar alto en la comunicación política y dejar de lado los negocios familiares. Sabemos, además, que la comunicación política es una de las áreas más estresantes, asfixiantes y demandantes de las relaciones públicas y ella parecía manejarse bien en un ambiente laboral tan hostil y complejo. Ninguno de sus tres hermanos puede decir que tenga experiencia alguna trabajando fuera de las faldas familiares, donde los hijos del jefe no tienen que lidiar con las mismas adversidades que el resto de los trabajadores.
Shiv tenía una carrera prometedora cuando decide ceder ante los deseos de Logan y meterse en la carrera frenética hacia la sucesión. Algo que se refleja muy acertadamente en su ropa y peinado. Así lo explica la creadora del vestuario Michelle Matland en este artículo de Vox. «En la primera temporada no quiere ser identificada como de la familia. Ella quiere destacar individualmente». Es cuando apuesta por los trajes de Theory, que le dan una aire muy cuidado y profesional, pero sin ser excesivamente ostentosos. Son perfectos para su carrera en política. Sin embargo, el armario y el pelo de Shiv cambian en la segunda y tercera temporada, cuando ella ya es un verdadero rival a batir para sus hermanos. Se hace un corte de pelo poderoso y deja de lado la melena larga y las ondas. Apuesta por un bob peinado con raya al lado y las puntas hacia dentro que, según la peluquera de la serie Jasen Sica, le hace parecer más fuerte y profesional. También empieza a vestir colores lisos y trajes que buscan el perfecto look ejecutivo, que asegure que su ropa sea un vehículo más para ser tomada en serio.
Además de haber demostrado su capacidad de trabajo fuera de Waystar, Shiv, o Shiobhan como la llaman cuando el ambiente está tenso, tiene tendencia a guiarse por el sentido común y ser más racional que sus hermanos. Esto no quiere decir que estemos hablando de una buena persona. Todos sabemos que la empatía y la solidaridad no son virtudes que existan en la familia Roy. Pero, al menos, ante situaciones extremas ha demostrado tener cierta capacidad para elegir el camino adecuado. Dos ejemplos: protestó cuando se enteró de que sus sobrinos, unos niños, estaban siendo víctimas de espionaje y mostró su disconformidad con apoyar a un candidato de ultraderecha por considerarlo «peligroso e irresponsable». Es en estos momentos en los que sale la Shiv más calmada y racional. Una mujer en cuyas manos se podría dejar un imperio empresarial.
Sin embargo, su padre no parece ver nada de esto. En un capítulo de la primera temporada, le espeta la dolorosa frase: «Te casas con alguien inferior a ti porque tienes miedo a que te traicionen». Este comentario perverso y profético nos da una idea de la concepción que Logan tiene de ella. No la ve fuerte ni segura. Piensa que es una candidata débil. Sin embargo, delante de sus ojos tiene tres razones poderosas para convertirla en la primera mujer CEO de Waystar: Connor, Kendall y Roman.
No nos vamos a detener mucho en Connor. Nadie en su sano juicio le dejaría su empresa a un perfil como este. Desde el primer capítulo queda claro que son cuatro hermanos, pero que la batalla se libra entre tres. Así que centrémonos en Kendall, el heredero natural. El personaje, interpretado tan brillantemente por Jeremy Strong (no va a haber suficientes galardones en la temporada de premios para él), se ha ganado completamente a la audiencia. ¡SPOILER! Que en la escena de la colchoneta no había muerto era algo evidente porque sin Kendall no hay Succession. Kendall es Succession y debería ser naturalmente el sucesor de su padre si no fuera por un pequeño detalle: es un drogadicto con graves problemas de salud mental. Un drogadicto al que su exmujer le recuerda el día de su cumpleaños que, quizá no haya sido capaz de rehacer su vida con un tipo tan carismático como él tras la separación, pero que al que al menos su nueva pareja «no deja restos de cocaína en los iPad de los niños». Kendall está en un momento vital en el que necesita urgentemente ingresar en un centro de desintoxicación y tratar su depresión. Solo recuperando las riendas de una vida completamente a la deriva podría algún día hacerse cargo del negocio. Pero, de momento, está muy lejos de ese escenario.
Por último tenemos a Roman, muy crecido en la última temporada tras cerrar algunas reuniones estratégicamente determinantes para el futuro de la empresa. Roman tiene indiscutiblemente lo que su padre busca en su sucesor: pocos escrúpulos y una personalidad arrolladora. Pero lamentablemente tiene una tara incompatible con cualquier puesto de responsabilidad: es un pervertido, que acosa sexualmente a compañeras de trabajo y se masturba en las oficinas en horario laboral. ¿De verdad alguien puede dejar el conglomerado de medios más poderoso de EEUU en manos de un tipo que se dedica a mandar ‘foto polla’ en medio de una reunión crucial? Por algo parecido el congresista demócrata Anthony Weiner arruinó por completo su carrera política en la vida real.
Por estas razones si Logan todavía busca a un sucesor dentro de la familia –veremos en la siguiente temporada en qué queda el principio de acuerdo con el gurú tecnológico– debe descartar al lunático, al drogadicto y al pervertido. Puede que su extraño matrimonio con Tom sea una piedra en el camino para Shiv, pero no lo suficiente para borrarla del mapa. Solo queda esperar que Logan Roy esté a altura de las circunstancias y se deshaga por fin de la mirada machista y condescendiente con la que ha tratado siempre a su hija. La única Roy merecedora del cargo de CEO de Waystar en un escenario empresarial en el que, como en toda empresa familiar, la verdadera meritocracia no existe.
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