‘The Look’, de Roxette: cómo una pequeña canción sueca se convirtió en un éxito global gracias a un estudiante de Minneapolis
Aunque el tema fue lanzado oficialmente en Suecia en 1988, no fue hasta el año siguiente, por una casualidad, cuando consiguió el reconocimiento internacional.
Tan pronto Per Gessle y Marie Fredriksson, o lo que es lo mismo, Roxette, editaron su primer álbum de estudio el 31 de octubre de 1986, Pearls of Passion, el éxito estuvo de su parte. Aunque eso sí, en su Suecia natal. Allá no eran precisamente unos desconocidos: él había liderado desde mediados de los setenta la banda Gyllene Tider, una de las más vendedoras del país escandinavo, y ella con anterioridad había iniciado una carrera como solista cantando en sueco. Como anteriormente habían hecho compatriotas suyos como ABBA, y posteriormente volvieran a hacer en los noventa Ace of Base, al unir sus talentos decidieron decantarse por el inglés con la esperanza de que se les abrieran todas las puertas posibles. Lo que no imaginaba el dúo es que, de hecho, su desembarco estadounidense vendría dado por una mera casualidad.
Dos años más tarde de aquello, el 21 de octubre de 1988, llegaba a las tiendas suecas su segundo largo, Look Sharp!, el cual permaneció en el primer puesto de las listas de ventas de su país durante nada más y nada menos que catorce semanas. El disco abría con un tema de lo más pegadizo llamado The Look que fue escogido como tercer single, pero por entonces Roxette seguían siendo unos grandes desconocidos fuera de sus fronteras. Aquí es donde entra en acción un joven estudiante de intercambio estadounidense llamado Dean Cushman, quien un buen día escuchó The Look en la radio y le gustó tanto que no dudó en comprar una copia de Look Sharp! de inmediato. Se acercaban las vacaciones de Navidad, así que nuestro inesperado protagonista se llevó el disco hasta Estados Unidos y, ansioso por compartir su hallazgo musical, le pasó un ejemplar a la radio KDWB de Minneapolis. Tan pronto se radió por vez primera la canción las llamadas de los oyentes no se hicieron esperar: querían oír The Look en todo momento, a todas horas.
El efecto rebote hizo de las suyas. Muchas otras radios estadounidenses hicieron lo mismo y, de repente, Roxette cruzaron el charco sin moverse de casa y sin tener que tomar un avión para promocionarse. La noticia acaparó muchos titulares en la prensa sueca y la propia Fredriksson se apresuró en confirmar que ni ella ni su compañero de fatigas le habían dado expresamente el disco al estudiante con la idea de petarlo a miles de kilómetros de distancia. Por mucho que lo hubiesen planificado, ni en sus sueños la jugada les habría salido tan perfecta.
La filial estadounidense de su sello, EMI, en un primer momento no tenía intención alguna de distribuir el LP. No obstante, el fenómeno The Look hizo que cambiaran de idea y a principios de 1989 Look Sharp! llegó a las tiendas americanas y se promocionó oficialmente con este tema estrella. ¿Qué acabó ocurriendo? Pues que el 8 de abril de ese mismo año la pieza alcanzó el número uno en la lista de Billboard y, aunque sólo permaneciera ahí durante siete días, Roxette pasaron a convertirse en la nueva sensación europea en uno de los mercados más competitivos y duros que hay para cualquier artista. Su conquista no terminó ahí: The Look también se coló en otras veinticinco listas de éxitos internacionales y allanó el terreno para que Dressed for Success y el baladón Listen to Your Heart sonaran por entonces en medio mundo.
Fredriksson acaba de fallecer a los 61 años tras luchar desde septiembre de 2002 con un tumor cerebral. Lejos de darlo todo por perdido, ella no dudó en embarcarse en una última gira mundial que recaló en mayo de 2015 en el Palacio de Vistalegre de Madrid y el barcelonés Palau Sant Jordi. Quienes presenciaron esos conciertos ya sabían que aquellas dos noches en realidad eran una despedida, pero si algo está claro es que su voz jamás se apagará.
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