Por qué el ‘body’ es la prenda (indiscutible) que debes comprar estas rebajas

Jennifer Eve acertó de lleno vistiendo a Mickey con un body rojo en el primer capítulo de Love. Cuando aún estábamos decidiendo si la serie de Netflix merecía una oportunidad (spoiler: sí, la merece), la diseñadora de vestuario nos regaló un motivo extra para engancharnos a la historia. El vestuario de la protagonista, interpretada por Gillian Jacobs, apuesta por los atuendos sencillos y recupera verdaderos tesoros vintage. Levi’s desgastados, camisas de cuadros masculinas, petos de segunda mano de Carhartt… y ese sencillo body rojo que le sentaba de muerte y que no tardó en convertirse en objeto de deseo instantáneo para muchas espectadoras. Tanto que Internet no tardó en buscar diseños similares para copiarle el estilismo a Mickey. Tarea, por otro lado, no demasiado complicada a juzgar por la avalancha de bodies que invade las tiendas desde hace unos meses.

Más allá del furor que están causando como prenda de lencería (Oysho, Women’secret y Cía cuentan con varias propuestas en sus catálogos), el body ha regresado con fuerza pisando el asfalto y combinándose casi con cualquier cosa imaginable. Gigi Hadid, Kendall Jenner, Emily Ratajkowski y demás celebrities archiperseguidas por los paparazzi son parte culpable de la ascensión a los altares de esta prenda cincuentera que este verano vive su énesimo regreso. Si en los 90 los lucían las supermodelos convirtiéndolos en icono de una época, ahora son las instamodels sus mejores embajadoras.

Tanto es así que resulta prácticamente imposible ir de compras y no toparse con una buena montonera de bodies. Con la espalda abierta, de punto, lisos o estampados, con cordones en el escote, de espítiru deportivo… Cualquier opción pensable esta temporada tiene su versión en tiendas como Reformation (gran defensora de la prenda), Asos, H&M, Mango, Topshop o las hermanas del grupo Inditex. Y ya es fácil encontrar muchos modelos rebajados. Fuera del circuito de tiendas ‘low cost’, firmas como Balmain, Chanel, Kenzo, Luisa Beccaria o Vetements (en su versión más irónica, claro) los subieron a la pasarela en sus colecciones primavera-verano. A la oferta habitual de diseños prohibitivos versus baratos, se suman nuevas firmas especialistas en la prenda.

Es el caso de Body Betty, una marca francesa que surgió en abril de 2016 y que únicamente comercializa bodies personalizables. Inspirándose en los que lucieron Donna Summer o Whitney Houston, esta firma parisina que fabrica íntegramente en Francia apuesta por la especialización y la simplicidad en su catálogo. Sus clientas pueden elegir entre tres tipos de silueta (manga corta, sin manga o palabra de honor), el mismo número de colores (negro, blanco y azul marino) y la posibilidad de añadir un adorno en el escote disponible en varios estampados. El precio de los diseños se mueve entre los 60 y los 70 euros y, aunque la marca acaba de empezar su andadura, ejemplifica a la perfección la creciente fiebre por los bodies.

Por un concepto similar apuesta Raquel Franco, la diseñadora española que se esconde detrás la firma Body Editions. Desde 2011, la marca con sede en Londres confecciona únicamente esta prenda en distintos cortes y colores. Sus delicados diseños inspirados en los años 50 –algunos se pueden utilizar también como bañador– se fabrican en Barcelona y ya han conquistado ese templo del lujo online que es Net-a-porter. Más allá de lo que entendemos por body, merece especial atención un diseño con pinta de camisa que asegura que no se salga ni un centímetro de la falda o el pantalón.

Quizá el éxito de esta prenda radique en su comodidad. Es cierto que tiene firmes detractoras que lo acusan de poco práctico por lo tediosos que resultan a la hora de ir al baño. Pero, superado este momento, presentan la ventaja de no moverse de su sitio al contrario que las camisetas y los tops. Consejo práctico: conviene elegir aquellos que se cierran con botones o automáticos en la parte inferior en lugar de los que van totalmente cerrados y son más difíciles de quitar.

El resurgir del bañador como traje de baño aclamado y aplaudido por las revistas de tendencias y los editoriales de moda, encuentra su compañero de vacaciones perfecto en el body. El primero en la playa, y el segundo en la calle. Aunque quizá las más atrevidas no tengan reparo en reciclar el atuendo piscinero reconvirtiéndolo en top improvisado para ir a tomar algo después del bronceado de rigor. Aún tenemos bodies para rato (y las rebajas son el mejor momento para invertir en uno).