‘Street Etiquette’, quizás el mejor blog de moda masculina del mundo

Una visita a la página de Street Etiquette intimidaría a cualquier prócer narcisista del ejército de canaperas del universo bloguero. No hay prebendas descaradas en sus publicaciones ni carruseles filmados con un Iphone desde el front row de turno, sino las muescas de una crónica detallada en pos de esa cosa filiforme, etérea y difícil de atrapar llamada clase. Y lo hacen a través de la moda, una poderosa herramienta que si se emplea correctamente es capaz de ofrecer una de las panorámicas más certeras del mundo en que vivimos. En este caso, del universo visual que los veinteañeros Joshua Kissi y Travis Gumbs han osado conquistar. Con permiso de Scott Schuman, esta aventura que comenzó en 2008 es, según el diario británico The Guardian, el mejor blog de moda masculina del mundo.

En las raíces de este diario digital encontramos los rescoldos aún activos de la black ivy league, esa corriente estética en la que algunos afroamericanos transitaron en los años 60 como respuesta a la clasista ivy league. En la década anterior, ocho universidades estadounidenses fundaron una división deportiva cuyas equipaciones llevaban el sello de la firma Brooks Brothers, proveedores oficiales e impulsores de una forma de vestir que mantenía los códigos sartoriales clásicos con un twist diferente: pantalones chinos de colores, americanas con cuadros ventana, corbatas estrechas, bufandas multicolor, mocasines, sombreros… Un desfile de niños bien que los negros hicieron suyo. Tan preppy y distinguidos como los primeros, pero con concesiones más atrevidas.

Así nace Street Etiquette, el blog que lleva en su nombre la historia de sus creadores: la elegancia fuera de los pedestales. Curtidos en mil batallas callejeras, las horas muertas sobre las aceras del barrio neoyorquino del Bronx moldearon las visiones de dos jóvenes que se empeñaron en escarbar sobre la vulgaridad. Encontraron algo parecido a eso que los cursis llaman je ne sais quoi, savoir faire y toda esa floritura semántica y grandilocuente que señala lo que trasciende a las palabras. Difícil de expresar pero tan evidente a los ojos. Y quienes articulan el mensaje visual son ellos mismos, sus propios modelos.

Kissi y Gumbs por las calles de Nueva York.

Street Etiquette

Kissi y Gumbs fundaron el blog y adaptaron el estilo de sus predecesores revisándolo de arriba abajo. El resultado es una sucesión de trajes, camisas, corbatas, sombreros, accesorios y alguna licencia menos encorsetada que, combinándola con acierto y contextualizándola en escenarios deliberadamente casuales, ha concitado el interés de publicaciones como GQ, Vogue París, Vogue Italia, Esquire o Fantastic Man, entre otros. Los responsables de Street Etiquette editorializan absolutamente todo: el Oxford, el madrás, el polo… Y lo ilustran con tintes hip-hop, trajes de Ernst Alexander o Bespoken. Sus referencias son clásicas. El legado de Gordon Parks, Miles Davis, y Sammy Davis Jr, por ejemplo, que exhorta a un presente más que ambicioso, una realidad de la que estos dos pipiolos se ufanan.

Las firmas de moda no se han quedado al margen de su mundo creativo, y tanto Topman como Urban Outfiters han contado con sus servicios para la prescripción, así como Sebago o la cadena Nordstrom. Además han lanzado Bevel Etiquette, otra bitácora hermana con consejos y claves de belleza: cosmética, peluquería, afeitado… Y aprovechando el tirón, acaban de abrir una tienda online para vender sus colaboraciones. Está claro que el nuevo estilo americano no solo vive de Todd Snyder, Thom Browne y otros popes del vestir masculino. La black ivy league ha vuelto con el mismo objetivo de años atrás, ir a contracorriente.

Detalle de uno de los ‘looks’ del blog.

Street Etiquette