_
_
_
_

Siete marcas españolas relatan cómo consiguen producir ropa sostenible

Cuatro años después del accidente de Bangladesh, ‘Slow Fashion Next’ celebra esta semana diferentes actos para reivindicar una producción justa y con conciencia.

cover51

#QuiénHizoMiRopa?, campaña que busca generar conciencia sobre el verdadero coste social y medioambiental del fast fashion, es la pregunta que conquista internet en el Fashion Revolution Day. Todo empezó El 24 de abril de 2013 con el derrumbe de Rana Plaza, un edificio a unos 30 kilómetros de Dhaka, Bangladesh, en el que se concentraban varias fábricas textiles que suministraban productos a cadenas internacionales de moda. Las imágenes del desastre, en el que murieron 1.134 personas y más de 2.500 resultaron heridas, dieron la vuelta al mundo. Y fue así como esta tragedia arrojó luz sobre el origen de la ropa barata –hasta entonces desconocido e ignorado– y la realidad de los trabajadores esclavizados del textil en países pobres. Como consecuencia nació Fashion Revolution Day, un movimiento originado por Carry Somers y Orsola de Castro en Londres, que pronto comenzó a extenderse y que actualmente está presente en 93 países.

Cuatro años después, el mundo sigue reclamando a la industria de la moda transparencia en la cadena de suministro y mejores condiciones de trabajo para que no se vuelvan a producir desastres que podrían evitarse. El hashtag #whomademyclothes, que invita a las grandes marcas a que hagan público quién confecciona las prendas que llevan su etiqueta, fue utilizado en 2016 en redes sociales 70.000 veces, llegó a 129 millones de personas. En esta edición, al menos once ciudades españolas, coordinadas por la plataforma de moda sostenible Slow Fashion Next, se unen de nuevo a la iniciativa con diferentes actividades a lo largo de toda esta semana. Su portavoz, Gema Gómez, nos cuenta que desde el accidente, es innegable que ahora somos más conscientes de la situación. “Se nota tanto en los medios de comunicación como en las distintas alternativas que ofrece la moda. Aunque ya existían, marcas como Ecoalf, El Naturalista o Skunkfunk se han profesionalizado y posicionado todavía más. Y sí, estamos más informados”.

Sin embargo, en Bangladesh la situación sigue siendo muy compleja. “El boicot no es la solución. El 40% de la población vive de la industria textil, es dependiente de un negocio que le viene de fuera y no hay otras industrias alternativas que les ayuden a sobrevivir como país. Las economías tienen que empezar a ser locales”. A pesar de que se están firmando acuerdos, se investiga más y se han cerrado algunas fábricas, el problema de los salarios sigue existiendo. “Allí son legales, pero eso no significa que sean justos o dignos. Dependiendo de un país u otro, para que los sueldos fueran suficientes, tendrían que multiplicarse entre 3 y 5 veces.”, explica Gema. Esta misma semana, y con la intención de frenar el empleo de esas prácticas que no hacen más que perpetuar los círculos de pobreza, el Parlamento Europeo votará una resolución para que las empresas europeas cumplan con unos mínimos en las condiciones laborales y medioambientales en países extranjeros.

Individualmente son muchos los gestos que pueden ayudar a impulsar esta revolución. La recuperación de prendas olvidadas, el intercambio o la compra de segunda mano son algunos de ellos. Para Gema la clave está en “comprar menos, comprar mejor y apoyar iniciativas emprendedoras. Todo el mundo tiene el armario lleno de prendas que no utiliza y eso si es caro.”

Como suele afirmar Orsola de Castro, una de las fundadoras de Fashion Revolution Day, “tenemos que buscar mejor calidad, no sólo en los productos que compramos, sino en la vida de las personas que los fabrican”. Con esa consigna hemos invitado a siete marcas españolas de ropa y accesorios a que nos desvelen dónde producen, quién fabrica sus prendas o con qué materiales. Esto fue lo que nos respondieron:

Med Winds

“Nuestras prendas se producen en pequeñas fábricas y talleres del Mediterráneo, principalmente en España y en Italia, con tejidos y materiales naturales como linos, algodones, viscosa, etc. que adquirimos a través de proveedores locales. En cuanto a los accesorios, el calzado se fabrica en Mallorca y la marroquinería, en Ubrique.”

Propuesta de Med Winds.
Propuesta de Med Winds.

Andrés Gallardo

“La mayor parte de las piezas de porcelana que realizamos tanto para la joyería como para los bolsos está producida en Portugal, en la zona de Barcelos, de gran tradición cerámica. Una pequeña parte de la producción la desarrollamos con un taller madrileño, Tánata. Las flores de porcelana, que se modelan y pintan a mano pétalo a pétalo, son hechas a mano por mujeres en Manises, Valencia. La parte metálica de las joyas la desarrollamos con maestros joyeros en nuestro propio taller en Madrid. Los bolsos y partes de piel de la joyería se producen en un taller en Ubrique.”

Marlota

“Toda la ropa que hacemos se hace en España, más exactamente en Madrid y alrededores. Nuestros tejidos provienen de Italia en su gran mayoría y alguno que otro de Francia y Reino Unido. En cuanto a los materiales, usamos mucha variedad: lanas varias (lana virgen, mohair, alpaca, cashmere), algodón, seda, lino. Intentamos que sean de la mejor calidad, preferimos fibras naturales lo más puras posible y también las incluimos orgánicas. Nuestros clientes y proveedores nos piden certificados de origen y trazabilidad OEKO-TEX.”

Vestido de la última colección de Marlota.
Vestido de la última colección de Marlota.

Cortana

“Fabricamos todas nuestras colecciones en pequeños talleres en la zona de Barcelona. Son talleres especializados en confección de máxima calidad y que mantienen vivas técnicas de costura que esperemos que no se pierdan a causa de la industrialización. Los tejidos que utilizamos son siempre naturales: sedas, algodones y linos provenientes de empresas textiles italianas y francesas con una gran tradición en crear los mejores tejidos.”

Camisa y shorts de Cortana.
Camisa y shorts de Cortana.

Yellow & Stone

“Decidí crear una marca de ropa para poder hacer piezas con identidad propia y duraderas, de una manera sostenible para mi comunidad y para mí, formando parte de todo el proceso de producción, donde las prendas pasan de ser planas a cobrar vida. Por eso, las mujeres que fabrican mis colecciones son profesionales cualificadas, tienen salarios y horarios dignos y manos de oro. Se hace todo en un taller mediano en Madrid, luminoso y alegre, nos tenemos cerca y eso se traduce en un trabajo hecho con mucho mimo.”

Naguisa

“Somos Pablo Izquierdo y Claudia Pérez. Arquitecto de 33 años y diseñadora industrial de 34 años respectivamente. Diseñamos las alpargatas desde Barcelona y las producimos en La Rioja y País Vasco, en el caso de los modelos de piso de yute, y en Elda (Alicante) la colección cápsula de trenzados. Nuestro punto de partida de cada colección son los materiales. Aparte del yute para el piso, utilizamos madera de haya para tacones, corcho forrado en piel para plataformas y suela de cuero. Los cortes son principalmente de piel vacuno como el nubuck o el serraje grabado. Las pieles laminadas metalizadas han sido uno de nuestros hits de estos dos últimos años.”

Alpargatas de Naguisa.
Alpargatas de Naguisa.

Bohodot

“Los bikinis de Bohodot son 100% hechos en Barcelona. Todos los tejidos son de proveedores que fabrican de manera local, los foams también se fabrican aquí, así como el resto de fornituras y packaging. Lo hacemos todo en pequeños talleres locales que cuidan todos los detalles. Trabajamos con la lycra y aunque este año nos hubiera gustado empezar a utilizar materiales reciclados, todavía no hemos encontrado la fórmula. Seguiremos buscando”.

Bañadores de Bohodot.
Bañadores de Bohodot.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_